Por: Prensa UNAL • Colombia.com

Expertos demuestran los beneficios del consumo moderado de vino

¿Es malo beber vino? Todo lo contrario, los expertos han demostrado que la clave está en el consumo moderado para que pueda ser beneficioso para la salud.

Expertos demuestran que el consumo moderado de vino es beneficioso para la salud. Foto: Shutterstock
Expertos demuestran que el consumo moderado de vino es beneficioso para la salud. Foto: Shutterstock

¿Es malo beber vino? Todo lo contrario, los expertos han demostrado que la clave está en el consumo moderado para que pueda ser beneficioso para la salud.

El consumo moderado de vino (de 1 a 7 copas de 120 ml por semana) lleva a una disminución de los triglicéridos y juega un papel protector importante en la salud cardiovascular de las personas, siempre y cuando su consumo sea medido.

El nutricionista-dietista Óscar Enríquez Martínez, de la Universidad Industrial de Santander (UIS), magíster en Nutrición y Salud y candidato a doctor en Salud Colectiva de la Universidad Federal de Espírito Santo (Brasil), afirma que esto puede obedecer a los antioxidantes del vino tinto, llamados polifenoles, los cuales protegen el revestimiento de los vasos sanguíneos del corazón.

Efecto contrario surte el consumo de cerveza o bebidas destiladas como whisky, tequila y ron, que aumentan los niveles de triglicéridos, el tipo de grasa más común en el cuerpo. El experto señala que “esta situación hace que la persona presente riesgo de sufrir la elevación anormal de concentración de grasas en la sangre, o dislipidemia”.

Durante la charla “Consumo de bebidas alcohólicas y salud cardiovascular”, ofrecida en el programa #SaludUNALContigo, de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), el invitado señaló además que tales hallazgos forman parte del Estudio Longitudinal del Adulto (Elsa Brasil).

Amplía que el objetivo principal era indagar sobre la incidencia y la progresión de enfermedades crónicas no transmisibles, especialmente la diabetes y las enfermedades cardiovasculares y sus factores de riesgo biológico, comportamentales, ambientales, ocupacionales, psicológicos y sociales.

El análisis

En el estudio participaron trabajadores activos y jubilados de cinco instituciones públicas de enseñanza superior y una de investigación, de seis ciudades brasileñas. “La meta fue contactar 15 servidores públicos entre 2008 y 2010, con edades entre 35 y 74 años. En total participaron 15.105 personas, por lo que los datos que se deriven podrían servir para conocer el estado de salud y nutrición de Suramérica”.

En el proceso se tomaron algunas medidas, como presión arterial, electrocardiogramas, exámenes bioquímicos de sangre, pruebas de tolerancia a la glucemia, pruebas de orina de 12 horas, rigidez de la arteria carótida y fuerza muscular, entre otros parámetros.

La dislipidemia

La dislipidemia son cambios en los niveles de los lípidos séricos, comprendidos por el HDL (colesterol bueno), LDL (colesterol malo), colesterol total y triglicéridos. Según el experto, dentro de los factores de riesgo para desarrollar esta enfermedad están edad avanzada, baja escolaridad, bajo ingreso económico, dieta inadecuada, falta de ejercicio físico, mal estado nutricional y consumo de bebidas alcohólicas.

La falta de ejercicio físico puede hacer que sufras de esta enfermedad. Foto: Shutterstock
La falta de ejercicio físico puede hacer que sufras de esta enfermedad. Foto: Shutterstock

En este sentido, uno de los hallazgos que también llamó la atención de los investigadores fue que el vino, la cerveza y las bebidas destiladas aumentaron los niveles de HDL de los individuos participantes, algo que, a los ojos de la ciencia, podría parecer positivo.

Sin embargo, cuando este tipo de colesterol está por encima de 90 o 100 miligramos sobre decilitro (décima parte de un litro), comienza un proceso contrario de oxidación de ese HDL que se asocia con riesgo de enfermedades cardiacas como infartos, por lo que aumentarlo con bebidas alcohólicas puede ser altamente perjudicial para las personas.

El investigador advierte que aunque las bebidas están relacionadas con el perfil lipídico, esto no se debe tomar como una recomendación o invitación para consumirlas, sino como una nueva evidencia por parte de la fisiología y la epidemiología que acerca a la humanidad a nuevas respuestas.