Los disgustos y enfados pueden llevarte a la muerte, según expertos
Las situaciones de mucho estrés y tensión pueden provocar múltiples inconvenientes de salud.

Las situaciones de mucho estrés y tensión pueden provocar múltiples inconvenientes de salud.
Las situaciones de estrés y enojo hacen parte del día a día de una gran cantidad de personas, pero lo que muchos no saben es que vivir episodios de este tipo muy frecuentemente podría conducir a la muerte.
De acuerdo con expertos de la web Grupo Doctor Oliveros, aunque nadie muere de estrés por causa directa, este factor puede ser un detonante de enfermedades y otras circunstancias que podrían resultar muy mal.
Ante situaciones de tensión, nuestro cuerpo activa mecanismos de defensa que involucran sustancias como la adrenalina, la cual acelera el ritmo cardíaco y respiratorio y además dilata los bronquios para aumentar la oxigenación.
Otros efectos de la adrenalina en el organismo son que puede incrementar la presión arterial y agrandar el tono muscular, así como también promover la sudoración y reducir el flujo sanguíneo a la piel y a los intestinos para centrarse en alimentar el cerebro, el corazón y los músculos.
Estas alteraciones preparan al cuerpo para reaccionar y defenderse de cualquier peligro; no obstante, se convierten en un problema cuando la persona sufre de cardiopatías graves y sufre de estrés crónico, que eleva los niveles no solo de adrenalina, sino también de cortisol.
De acuerdo con los expertos, el estrés crónico genera una sobre exigencia permanente en el organismo, la cual puede desencadenar problemas como: ansiedad, insomnio, depresión, anorexia, cefaleas, temblores, visión borrosa, fatiga, diarrea, dolores de estómago, taquicardias, hipertensión, falta de aire, hormigueo en la piel, entre muchas otras.
De acuerdo con investigaciones recientes, existe un síndrome que en conjunto con situaciones de enojo o tensión puede desencadenar la muerte, se trata de la enfermedad del corazón roto, también conocida como el síndrome de tako-tsubo.
Este síndrome es desencadenado por la liberación en exceso de un neurotransmisor llamado catecolamina, ante una situación estresante. Este neurotransmisor agita el corazón al tal punto que se puede llegar a romper alguna de sus válvulas.
Según una investigación publicada por la Asociación Estadounidense del Corazón, una mala noticia inesperada o un susto puede transformar la función normal de los vasos sanguíneos, incrementando las posibilidades de sufrir un ataque al corazón.
Según los expertos, las emociones negativas constantes “pueden afectar la fisiología cardiovascular causando daños irreversibles”, así lo indican los autores del estudio de la Universidad de Columbia, en Estados Unidos.