A piedra y bala sacan a policías por pedirle a los vecinos bajar el volumen de la música

La Semana Santa en Colombia no siempre es una época de reflexión, recogimiento y celebraciones religiosas, pues la música y la fiesta aparecen por doquier en quienes aprovechan estos días para vacacionar y divertirse, así lo pueden manifestar los ciudadanos de la ciudad de Barranquilla, una de las ciudades más fiesteras y ruidosas del país.

Vecinos del barrio El Bosque en el suroccidente de la capital del departamento del Atlántico decidieron llamar a la Policía para que esta pudiese atender las quejas de exceso de ruido en una de las calles del vecindario, afectadas con un picó instalado y que no dejaba dormir a quienes trataban de hacerlo.

El informe de la Policía Metropolitana de Barranquilla indicó que hacia las 12:40 a.m. uniformados llegaron hasta la calle 63 con carrera 9K para realizar la ‘intervención y desmonte’ de un equipo de sonido tipo picó que ‘estaba perturbando la tranquilidad del sector’.

Los uniformados llegaron al lugar y cuando pidieron que el volumen de la música fuera bajado a niveles aceptados por la ley fueron atacados con piedras y palos por los participantes a dicha celebración, y no contentos con ello, una persona disparó con arma de fugo hiriendo a la subteniente Doris Meza, quien fue remitida a una clínica de la ciudad con una herida en un brazo.

Volvieron a sacar a la Policía

Luego de que la subteniente Meza fuese herida, los policías la condujeron a un centro asistencial y ante la ausencia policial la fiesta siguió, pero las quejas de los vecinos continuaron y fue necesario que el operativo se retomara hacia la 1:30 de la mañana, y cuando la fuerza pública retornó, los patrulleros fueron recibidos a piedra, y uno de los elementos de la seguridad ciudadana, el patrullero Giovany Rafael Salcedo Orozco recibió un golpe con objeto contundente que le ocasionó una fractura en los dientes.

La fiesta finalmente acabó, pero no hubo una sola captura, y los vecinos de diferentes zonas de Barranquilla no tiene más remedio que soportar del alto volumen de la música que resuena de los picós, elementos que se han convertido en símbolos de la idiosincrasia de algunos sectores barranquilleros, pero que son un verdadero dolor de cabeza para muchos vecinos y autoridades.

Un picó es un equipo de sonido integrado por seis o más parlantes de gran magnitud, es una especie de discoteca ambulante con la que barranquilleros de las zonas más populares de la ciudad acostumbran a realizar fiestas en las calles, disfrutadas por unos y sufridas por otros.