Por: Christopher Ramírez • Colombia.com

Revelan que Lyan José, niño secuestrado en Jamundí, es hijo de un temido exnarco de “Los Rastrojos”

Las investigaciones tras el secuestro de Lyan José aún continúan, y ahora una de las hipótesis es que podría tratarse de un ajuste de cuentas.

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El secuestro de Lyan José Hortúa paralizó a Colombia. Foto: EFE
El secuestro de Lyan José Hortúa paralizó a Colombia. Foto: EFE

Las investigaciones tras el secuestro de Lyan José aún continúan, y ahora una de las hipótesis es que podría tratarse de un ajuste de cuentas.

La liberación del niño Lyan José Hortúa Bonilla, tras 18 días de secuestro en el Valle del Cauca, ha revelado un oscuro pasado que podría explicar el motivo detrás de su retención: es hijo de José Leonardo Hortúa Blandón, alias “Mascota”, un exlíder de la extinta organización narcotraficante Los Rastrojos.

El menor, que cumple 12 años el próximo 29 de mayo, fue secuestrado el pasado 3 de mayo en su casa del corregimiento de Potrerito, en Jamundí, por hombres armados. Según relató posteriormente, estuvo esposado, fue amenazado con matar a su niñera y pasó varios días vigilado por hombres encapuchados y perros rottweilers.

¿Lyan José fue víctima de un ajuste de cuentas por el pasado de su papá? 

Según el diario El Colombiano, fuentes cercanas al caso afirman que el secuestro podría estar ligado a una supuesta fortuna heredada por la familia del menor. “Mascota” fue asesinado en abril de 2013, un mes antes del nacimiento de Lyan, cuando era considerado el posible sucesor de “Diego Rastrojo”, jefe de Los Rastrojos extraditado a Estados Unidos.

Hortúa Blandón fue asesinado a tiros en un consultorio odontológico en Cali, mientras su pareja, Angie Bonilla, estaba embarazada. Años después, Bonilla rehízo su vida: se casó con un joyero caleño y se convirtió en influencer bajo el nombre de Barbie Vanesa. No obstante, su pasado regresó a comienzos de este año, cuando, según fuentes, un exintegrante de Los Rastrojos exigió la entrega de bienes presuntamente heredados de “Mascota”.

La negativa habría desencadenado el secuestro de Lyan José. Según las mismas fuentes, los responsables habrían cobrado más de dos millones de dólares por su liberación. La operación contó con la complicidad del frente Jaime Martínez, de las disidencias de las Farc, que mantuvo en cautiverio al menor.

“En el Valle es común que los narcos secuestren y entreguen a la guerrilla para custodiar”, dijo una fuente reservada. Aunque no hay confirmación oficial, el tío del niño, Sebastián Bonilla, admitió que la familia pagó por la liberación: “funcionarios del Estado nos aconsejaron pagar”.

Lyan José y su cautiverio de 18 días

Durante el cautiverio, Lyan solo vio a su familia por videollamada dos veces. Dibujo en las paredes para contar los días, tenía las uñas deterioradas y apenas recibió distracciones. Hoy recibe atención psicológica, mientras su familia evalúa dejar el país.

El Ejército y la Policía no se han pronunciado sobre el caso, y la investigación sigue abierta.

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