Un barrio latino representa la nostalgia de una comunidad en Washington

La historia de los latinos en la ciudad de Washington es amplia, variada y muy rica, Adams Morgan es un colorido reflejo de la vida latina y del sentir de esta población en la capital estadounidense, este barrio, que hoy tiene una enorme connotación latina, se abre paso en la ciudad de Washington, no como una aglomeración de habitantes, sino como una muestra permanente de lo que significa la comunidad latina en los Estados Unidos.

Erigido sobre lo que fue un asentamiento urbano, Adams Morgan en los años cincuenta fue abandonado y pobladores de origen latino llegaron allí con la intención de ofrecer una especie de mercado con productos muy típicos de diferentes países latinoamericanos que se presentaban a migrantes que añoraban algo de lo que dejaron atrás.

En enormes casas y en departamentos, los latinos llegados a Washington comenzaron a poblar el barrio y con el pasar de los años el número de habitantes de diferentes países latinoamericanos fue creciendo, al igual que la zona, la cual se fue extendiendo y ofreciendo diferentes servicios a los pobladores, pero convirtiéndose en un lugar en donde el espíritu latino cobraba vida más allá de una frontera barrial.

Con el pasar del tiempo la música mexicana, la cumbia colombiana y los ritmos modernos interpretados por gentes de origen latino fueron colándose por los ladrillos de cada una de sus casas y por el asfalto de sus calles, y actualmente, la connotación latina tiene una muestra muy especial allí.

El desarrollo de las ciudades hizo que Adams Morgan dejará de ser un lugar de habitación y se convirtiera en una zona en la que la oferta gastronómica y cultural latina se manifestara con fuerza y se convirtiera en un atractivo objeto de visita para los diferentes residentes de la capital norteamericana y también para quienes visitan la ciudad y quieren conocer y experimentar las sensaciones de cada uno de sus lugares emblemáticos.

En Adams Morgan, los latinos encontraron la oportunidad de dar a conocer su cultura a través de sus manifestaciones principales como la música y el folklore, y con el tiempo, otras manifestaciones artísticas como la pintura y la música selecta hicieron parte de su gran oferta.

Muchos nostálgicos que, alguna vez pasaron por este barrio, recuerdan como aquí la alegría, la bohemia y el sentir latino colmaban todos los espacios de un festival musical que era exclusivo de los latinos y que pasó a convertirse en una expresión mayor en la ciudad capital.

El costo de vida y el alto precio de las viviendas hizo que muchos moradores latinos tuviesen que irse, y, aunque algunos creen que la latinidad se ha ido perdiendo, otros siguen considerando a Adams Morgan como el centro latino por excelencia en Washington.