Por: Juan Carlos Garcia Sierra • Colombia.com

Carmelita Torres y la historia de una mujer que se rebeló ante la discriminación

Carmelita Torres es la protagonista de la historia de una mujer que se rebeló ante la discriminación en El Paso, Texas en 1917. Esta mexicana es el símbolo de la resistencia latina en Estados Unidos.
 

Los mexicanos han sido tradicionalmente el grupo poblacional latino más grande en los EE.UU. Foto: Pixabay
Los mexicanos han sido tradicionalmente el grupo poblacional latino más grande en los EE.UU. Foto: Pixabay

Carmelita Torres es la protagonista de la historia de una mujer que se rebeló ante la discriminación en El Paso, Texas en 1917. Esta mexicana es el símbolo de la resistencia latina en Estados Unidos.
 

Cuando existe en los Estados Unidos un difícil clima en el que lo latino no es bien visto por todos, vale la pena recordar que en este país los latinos han tenido que pasar por difíciles épocas y existe en la memoria de muchos, pero también resulta desconocida por otros, la historia de un personaje que con su valentía se considera como el pionero de la protesta de una comunidad de habla española en la potencia del norte de América.

El nombre de Carmelita Torres puede ser totalmente desconocido para muchos, mientras que para otros es el símbolo de la resistencia y de cómo la comunidad latina ha polemizado las decisiones políticas de los Estados Unidos.

Hace poco más de 100 años, los mexicanos en los Estados Unidos eran absolutamente estigmatizados, tenían que soportar insultos y tratos denigrantes, los estadounidenses los consideraban indios piojosos y llenos de enfermedades, por eso se obligaba a que todos los latinos, que en aquel entonces eran de mayoría mexicana, fuesen desinfectados a través de un proceso de baño para evitar que el tifo se propagara en el país.

En medio de un proceso humillante en el que los mexicanos debían ser desnudados para que sus ropas fueran desinfectadas en planchas de vapor, los cuerpos desnudos de los migrantes eran rociados con productos como gasolina y kerosene para evitar posibles piojos, y, en caso de tenerlos, sus cabezas eran rapadas totalmente.

Carmelita Torres, una joven que bajaba del tranvía eléctrico que cruzaba la frontera fue detenida para ser fumigada, pero ella decidió no hacerlo y junto con otros mexicanos y mexicanas elevaron una protesta en la que afirmaban no querer seguir siendo discriminadas ni recibir tratos humillantes.

Una vez Carmelita Torres y un grupo de personas inició la protesta, más de 200 personas se unieron, y al cabo de unas horas, los manifestantes eran cerca de 2000.

Meses antes de esta protesta, se había presentado un lamentable hecho en el que 30 reclusos de origen de origen mexicano habían sido rociados con gasolina, supuestamente para ser desinfectados, pero lamentablemente se originó un fuego que encendió en llamas a estas personas muriendo calcinadas.

En medio del terror que la muerte de los reclusos mexicanos originó entre la población mexicana de la frontera entre Texas y México, los soldados estadounidenses y guardias de la penitenciaría tomaron fotos a los cuerpos inertes de los fallecidos y los difundieron a manera de burla.

La manifestación de Carmelita Torres y sus acompañantes llegó a ser tan fuerte que los soldados enviados para repelerla no pudieron hacerlo, incluso se pidió ayuda al ejército mexicano que después de dos días logró sofocarla, pero se perdió la pista de Carmelita.

No se ha documentado qué pasó con Carmelita Torres, pero su figura, aunque desconocida para muchas generaciones de latinos, es un símbolo de la resistencia de este pueblo ante los malos tratos que los Estados Unidos han tenido tradicionalmente con los migrantes llegados desde diferentes naciones de Latinoamérica.

A pesar del racismo existente en los Estados Unidos, exacerbado en esta elección presidencial y que tiene como fondo la crisis migratoria, los inmigrantes latinos en los Estados Unidos durante más de 100 años han sido parte importante para que este país sea la potencia hegemónica que hoy es.

Las elecciones presidenciales que se llevarán a cabo el 5 de noviembre tienen nuevamente a los latinos como protagonistas, concretamente a sus electores, quienes componen un importante número que puede decidir a favor o en contra de la suerte de uno de los dos aspirantes a llegar a la Casa Blanca para suceder al demócrata Joe Biden.

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