Deportación a terceros países: el sueño de Trump y el temor de indocumentados en EE.UU.

Uno de los más grandes temores de los inmigrantes ilegales en los Estados Unidos tiene que ver con la deportación, pero el temor crece cuando esta se trata de la expulsión hacia un tercer país y la administración de Donald Trump, al parecer, no tiene inconvenientes en enviar a países con los que ha suscrito convenios a indocumentados a los que considera un peligro para la seguridad nacional.

Directo a El Salvador

Donald Trump envió a El Salvador en el mes de marzo a más de 230 indocumentados, en su mayoría, venezolanos, acusados de pertenecer a grupos delincuenciales trasnacionales, las críticas a esta acción no se hicieron esperar, puesto que defensores de los inmigrantes aseguran que la gran mayoría de quienes fueron enviados al país centroamericano no cuentan con antecedentes penales y muchos de ellos fueron detenidos en tribunales de inmigración cuando asistían a requerimientos de las cortes.

Donald Trump y otros funcionarios como el procurador John Sauer, consideran que algunos de los peores inmigrantes ilegales en los Estados Unidos son aquellos que han sido enviados a terceros países, una lista a la que quieren ingresar naciones como Ruanda, afirmando que su territorio está disponible si así lo desea Donald Trump para acoger indocumentados con crímenes acuestas en los Estados Unidos.

Las declaraciones de emergencia de una salida del país de indocumentados considerados criminales sigue aferrándose a diferentes procedimientos legales, mientras que varios de ellos han apelado y han logrado algunas pequeñas victorias, pero la intención del presidente Donald Trump y su gobierno es la de lograr la deportación a terceros países sin previo aviso.

Trump Vs decisiones judiciales

De acuerdo con CBS News la orden de un juez del distrito impide que el gobierno de Donald Trump realice la deportación a cualquier migrante detenido, a menos que notifique previamente por escrito al tercer país, medida que ha sido apelada bajo el argumento de que no se puede usurpar la autoridad del poder ejecutivo en los Estados Unidos sobre la política migratoria debido a que de esa manera se obstaculizan iniciativas diplomáticas, de política exterior y de seguridad nacional en los Estados Unidos.

Actualmente, el gobierno de Donald Trump cuenta con acuerdos con El Salvador, Costa Rica, Libia y Ruanda para enviar realizar la deportación allí de inmigrantes indocumentados indeseados en los Estados Unidos, es decir, aquellos que, presuntamente son miembros de grupos delincuenciales y también con un prontuario delictivo en los Estados Unidos.

Diferentes decisiones judiciales pueden ser la clave el pleno desarrollo y el estancamiento de los programas de expulsión de Donald Trump, el mandatario sigue firme con su determinación, mientras que apelaciones de diferente índole le cortan el ritmo a la expulsión de migrantes indocumentados en los Estados Unidos.