Deportación: Hijos de deportados en EE.UU. no quedan a la deriva con un tutor legal

Las deportaciones masivas y las diferentes realidades migratorias que está desarrollando el gobierno de Donald Trump en los Estados Unidos han desatado una oleada de temor e incertidumbre, pues muchos temen con que deben retornar con sus familias a sus países de origen o que esta se vea dividida y queden los menores a la deriva en el país norteamericano.

Existen formas de proteger a los menores

A pesar del temor que genera una posible deportación de un padre indocumentado, existen mecanismos que pueden proteger a los menores de edad que se queden en los Estados Unidos.

Una tutela permite que los hijos nacidos en los Estados Unidos con padre indocumentado puedan permanecer en el país y los padres pueden elegir un tutor legal para que cuide de los hijos menores si deben abandonar los Estados Unidos, pero que deseen que sus hijos permanezcan en el país.

De acuerdo con la Ley de Adopción y Familias Seguras ASFA, si un niño no está bajo la custodia de sus progenitores durante 15 a 22 meses, se puede considerar abandonado, y si un niño es considerado abandonado, un tribunal puede poner fin a la patria potestad y el niño será conducido a un lugar de acogida, eso quiere decir que los padres que se enfrentan a la deportación deben gestionar la tutela legal.

El tutor se encarga del cuidado, apoyo, manutención, educación y atención médica de los niños y este puede ser un ciudadano estadounidense o una persona con estatus migratorio legal, ser mayor de 18 años y estar competente para actuar como tutor, es decir, con pleno uso de sus facultades, no estar incapacitado legalmente.

El tutor no puede ser declarado con incapacidad física o mental para gestionar estos asuntos y no haber sido condenada por delitos graves que supongan daños o amenazas por un menor.

Un tribunal analiza todos estos asuntos y en última instancia decide quién puede ser el cuidador de los hijos, ciudadanos de Estados Unidos de padres indocumentados, por eso, es importante que los padres hagan arreglos de tutela antes de ser deportados si se encuentran en riesgo, pues son los niños los principales afectados.

En lo relacionado con bienes, cuentas o intereses comerciales, un poder notarial permite que se protejan los bienes de la persona que va a ser deportada.

En el poder notarial se nombra a alguien como agente o apoderado para que actúe en nombre del titular, teniendo el poder de firmar contratos, manejar dinero y tomar decisiones, también se indica cuándo empieza y cuándo termina un poder no territorial.

El agente tiene amplia autoridad para actuar en lugar de quién le ha conferido ese poder, por lo tanto, esta persona tiene que ser de enorme confianza y que conozca a la familia.

La persona que tiene el poder puede realizar las siguientes acciones:

• Pagar facturas

• Mantener a la familia gestionar

• Bienes personales

• Gestionar cuentas bancarias e inversiones

• Gestionar pleitos en tu nombre

• Gestionar cualquier prestación gubernamental civil o militar

• Gestionar planes o prestaciones de jubilación y declarar impuesto

En caso de que el deportado sea propietario de un negocio tendrá la necesidad de contar con alguien que intervenga y maneje la empresa o que ayude a venderla, traspasarla o cerrarla.