Asilo: indocumentados podrían obtener permisos de trabajo hasta un año después de solicitud

El Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos USCIS se encuentra impulsando la limitación de los permisos de trabajo en solicitantes de asilo, el organismo federal quiere que exista una pausa indefinida para que sean otorgados permisos de trabajo y esto ocurre porque la resolución de casos de asilo en los Estados Unidos tarda bastante y un 40% de las solicitudes de asilo permanecen después de dos años sin solución de acuerdo con un informe de supervisión Federal el mismo que indica que más del 77% de las solicitudes de asilo ante el USCIS llevan pendientes más de 6 meses

Eliminar permisos: sueño de Trump

Donald Trump ha sido partidario de limitar o incluso eliminar los permisos de trabajo para los solicitantes de asilo, puesto que él considera que muchos tienen la costumbre equivocada de un asilo económico, es decir, tan solo quieren obtener un permiso de trabajo y para ello aseguran necesitar protección cuando realmente no la necesitan, más que para el permiso laboral.

Con esta medida que ya había impulsado Donald Trump en su primera administración se busca que los indocumentados, entre ellos, los solicitantes de refugio, se queden sin medios legales para poder trabajar y esto los obligaría a abandonar el país, aceptando la actual propuesta de autodeportación o vivir en la ilegalidad y dedicarse a trabajar en la informalidad.

Desde 1990, los solicitantes de protección como asilados podían pedir un permiso de trabajo, apenas 150 días después de presentar su solicitud y recibirlo tras otros 30 días en caso tal de que la solicitud no se resolviera, pero la nueva regla elevaría ese plazo a un año completo, lo cual indica que un año después de presentar la solicitud de asilo podrían ser elegibles para un permiso de trabajo, una situación que a los inmigrantes solicitantes torna más difíciles las cosas en los Estados Unidos durante la administración de Donald Trump.

No quieren más asilados en EE.UU.

Donald Trump es el principal enemigo de la figura del asilo en los Estados Unidos, a tal punto que apenas se posesionó cerró el sistema y autorizó a agentes fronterizos a deportar a la mayoría de los inmigrantes, independientemente de si lo habían solicitado o simplemente habían ingresado de manera ilegal.

Para Donald Trump y su equipo de gobierno, el sistema de asilo en los Estados Unidos que impulsó el presidente Joe Biden es una falla que encuentran fácilmente aquellos explotadores económicos del mercado laboral estadounidense porque logran emplear a personas bajo esta figura del asilo cuando realmente no lo necesitan, por lo tanto, genera presión intensa sobre el sistema laboral.

Grupos de defensa de los inmigrantes se manifiestan totalmente en desacuerdo con que se extienda el tiempo a un año para poder hacer una solicitud de permiso de trabajo, puesto que los inmigrantes se quedarían sin posibilidades para lograr su sustento, de manera que es un tipo de presión para que el indocumentado alcance el desespero y opte por regresar a su país de origen.