Doris Salcedo: una escultora colombiana que ilustra el dolor de la violencia

Los artistas colombianos que andan por el mundo tienen en Doris Salcedo a una de sus más consolidadas representantes gracias a una carrera consistente y reconocida que la ubica entre las grandes de la escultura nacional.

Mientras en diferentes lugares del mundo su obra recibe elogios y es disfrutada una y otra vez, en su propio país la lucha para que la cultura sea parte del gusto de cada ciudadano, especialmente del de los más jóvenes, es una lucha constante y muy, pero muy dura.

Doris Salcedo nació en Bogotá en 1958 y estudio Bellas Artes en la Universidad Jorge Tadeo Lozano con estudios de postgrado en New York, y fue en la capital del mundo donde encontró en las obras de Marcel Duchamp y Joseph Beuys una gran inspiración para comenzar a trasegar en el mundo de la escultura simbólica.

Doris Salcedo encontró en la violencia en Colombia una inspiración de su trabajo, pero fue el dolor de las víctimas el que la conmovió y por ello su trabajo ha girado en una parte en torno al duelo y al dolor que ocasiona la misma violencia, la que comenzó a sensibilizarla de manera especial con la Toma del Palacio de Justicia en 1985, uno de los más cruentos episodios de violencia política en el país.

Doris Salcedo obtuvo el primer lugar en el Salón Nacional de Artistas de 1987 cuando adquirió un grupo de objetos descartados del mobiliario de un hospital y creó la obra “Sin título” y en los años siguientes su obra estuvo enmarcada en las historias particulares de hombres y mujeres sobrevivientes de la guerra en Colombia.

A partir de 1995 la obra de Doris Salcedo comenzó a internacionalizarse y en 1998 expuso en New York, y a partir de allí, vinieron muestras y exposiciones en Londres, Estambul y diversos países europeos, pero con permanentes viajes a Colombia, de donde siempre ha nacido su más sublime inspiración.

Desde mayo de 2023 Doris Salcedo realiza una exposición en la Fundación Beyeler en Basilea, Suiza, uno de los más reputados centros artísticos de Europa, y allí la obra consolidada, madura y con su toque único, genera inquietud en visitantes y el regocijo de los críticos y expertos que ven en la obra de la colombiana una de las más consistentes y reconocidas.

Doris Salcedo es una de las más grandes artistas colombianas vivas y su presencia en el mundo es el indudable sentir de los colombianos que hemos tenido que vivir sin acostumbrarnos a una violencia que aún no entendemos, porque siempre será inentendible.