Huracán Erin causa caos en la costa de Carolina del Norte con fuertes vientos e inundaciones

El huracán Erin se aleja lentamente de la costa de Carolina del Norte tras su llegada durante la noche del miércoles 20 de agosto. Según las autoridades, las amenazas no han terminado, ya que los fuertes vientos de Erin continúan azotando esta zona del Atlántico, provocando grandes olas y elevando el nivel del agua, con una alta probabilidad de inundaciones.

De acuerdo con las agencias meteorológicas, las olas provocadas por el huracán Erin alcanzaron los 6 metros durante la mañana del jueves 21 de agosto, no muy lejos de la costa de las islas de Cabo Hatteras y en los Outer Banks, mientras ráfagas de viento de entre 64 y 80 kilómetros por hora golpearon gran parte del estado de Carolina del Norte.

Una estación ubicada cerca de Cabo Hatteras registró un aumento del nivel del mar que generó inundaciones durante la marea alta del jueves en la mañana. Según los informes de monitoreo, el nivel del agua en esa zona llegó a los 71 centímetros y seguía aumentando, lo que representaba el triple de la altura registrada en la marea alta del miércoles. Más al norte, cerca de Duck, los niveles subieron aún más, lo que llevó a las autoridades a emitir una alerta de inundaciones leves, que alcanzaban casi la categoría de moderadas durante la marea alta de la madrugada del jueves.

Las autoridades meteorológicas habían previsto inundaciones graves en algunas zonas costeras, aunque estas no se materializaron sino hasta la marea alta de la noche. Según informó el Servicio Meteorológico Nacional en Morehead City, Carolina del Norte, los efectos del huracán Erin alcanzarían su punto máximo en las próximas horas, recalcando que el fuerte ciclón no terminaría este jueves.

“Los impactos significativos podrían prolongarse hasta el viernes debido a la persistente y potente energía del oleaje, así como al aumento de las mareas y los niveles de agua”, señaló el Servicio Meteorológico Nacional (NWS).

Los equipos instalados por las autoridades en el Atlántico para medir la trayectoria del huracán Erin, a unos 240 kilómetros de los Outer Banks, confirmaron que, de haber tocado tierra, las consecuencias habrían sido desastrosas para los habitantes y turistas de la zona. Finalmente, el NWS advirtió que es probable que algunas olas individuales hayan sido mucho más altas, alcanzando hasta 24 metros de altura.