Por: Redacción Colombianos • Colombia.com

Jairo Tobón, el colombiano que hizo redoblar las campanas de Notre Dame por 23 años

Jairo Tobón, el colombiano que hizo redoblar las campanas de Notre Dame. Un antioqueño que ya partió de este mundo llegó a ser uno de los más populares sacristanes del emblemático templo gracias a su don de gente y gusto musical.

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Jairo Tobón fue durante 23 años el sacristán oficial de la Catedral de Notre Dame en Francia. Foto: Twitter @dinersrevista
Jairo Tobón fue durante 23 años el sacristán oficial de la Catedral de Notre Dame en Francia. Foto: Twitter @dinersrevista

Jairo Tobón, el colombiano que hizo redoblar las campanas de Notre Dame. Un antioqueño que ya partió de este mundo llegó a ser uno de los más populares sacristanes del emblemático templo gracias a su don de gente y gusto musical.

Con ese apellido no se puede ser más paisa, entonces este colombiano era paisa por partida doble, Jairo Tobón Tobón, aunque ya no está, dejó un recuerdo único, tan original como su historia de vida.

Nacido en la misma tierra del poeta Gonzalo Arango, Jairo dejó su montañosa y natal Andes en Antioquia para enrolarse en la educación guiada por sacerdotes, pero cuando tenía todo listo para engrosar las filas del sacerdocio, a este hombre le pudieron más las ganas por recorrer el mundo que de dar homilías desde el púlpito.

De la muy boyacense Santa Rosa de Viterbo, este antioqueño salió directo para el lugar menos pensado para un proyecto de cura, un teatro-circo, pues desde pequeño tenía vocación por las artes, el teatro, el canto y la danza se le daban muy bien a un joven que prefirió continuar su relación con Dios, pero no desde el seminario.

Del teatro pasó a un “trabajo serio” en una empresa de textiles muy reconocida para su época, pero el arte volvió a engancharlo e ingresó al ballet de Sonia Osorio, la gran cultora de la danza en el país, ex esposa de Alejandro Obregón.

Después de haber aprendido de la gran escuela que es el ballet de Osorio, Jairo decidió montar su propia escuela de danza, pero las ganas de viajar a Europa le pudieron y llegó a Francia, la puerta de la cultura en el viejo continente, en tierras galas pensaba quedarse apenas un mes, pero terminó trabajando en el sur del país por más de dos años haciendo giras con su espectáculo de teatro y danza.

Como vivos y aventajados los hay en todas las latitudes, Jairo regresó a París porque en su última gira un empresario “lo tumbó”, entonces decidió mirar que hacer en la ciudad luz y fue ahí cuando se le prendió el bombillo a un hombre, que, como buen bailarín, jamás se quedó quieto.

En la capital francesa hizo un curso para ser guía en la famosísima catedral de Notre Dame, el templo católico más importante de Francia, Patrimonio de la Humanidad y uno de los más reconocidos de Europa.

Jairo fue guía durante un tiempo, pero la vena del servicio religioso volvió a resonar como las castañuelas que brillantemente tocaba al bailar flamenco, entonces se postuló como Sacristán del templo y allí permaneció por 23 años, tañendo las campanas más famosas de Francia y tocando el órgano para apaciguar los espíritus que asistían a la iglesia buscando paz y consuelo.

Jairo Tobón es el protagonista de un documental realizado por Diego García Moreno llamado "Las castañuelas de Notre Dame", testimonio de la vida y obra de este colombiano sin igual.

Jairo Tobón participó en una de las pocas películas colombianas de los años sesenta llamada “El hijo de la choza” de Enock Roldán Restrepo, allí dejó para siempre su sensibilidad artística, y aunque partió de este mundo en el año 2017, cada vez que doblan las campanas sus amigos lo imaginan feliz y lleno de vida haciéndolas sonar.