Colombia se une al día internacional de la arepa

Sobre su origen aparecen Colombia y Venezuela a disputarse su procedencia, y aunque cada uno tiene razones y afirmaciones poderosas, ni la historia ni enormes estudios pueden aclarar este asunto.

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¿Pero a quién le interesa saber quién puede quedarse con su origen?, solo a los que le interesa pelear porque este delicioso manjar solo invita a disfrutar y compartir en plena paz porque como el merenguero Juan Luis Guerra en una canción desea "ojalá que llueva café en el campo", le sumamos un deseo para que eso suceda pero acompañado de una tormenta de arepas a lo largo y ancho de nuestras fronteras.

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Dicen las crónicas españolas, que a su llegada al nuevo mundo encontraron que en todos los puntos cardinales, sus habitantes tenían al maíz como la base de su alimentación y con su masa preparaban una especie de tortillas de todos los tamaños y grosores y que acompañaban con todo tipo de alimentos, esas “tortillas” tenían diferentes formas de preparación según el lugar y el tipo de maíz.

Cada pueblo había creado sus propios utensilios para prepararlas como el caso de los pilares en Colombia o los budares en Venezuela, por eso determinar un origen geográfico exclusivo para la arepa es una misión imposible.

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Sobre el nombre “arepa”, hasta el momento lo más cercano a su explicación es el “erepa” con el que los indígenas cumanagotos de lo que hoy es el estado de Sucre en Venezuela, llamaban a ese amasijo de maíz, parece que el vocablo corrió de sitio en sitio hasta transformarse y popularizarse como arepa.

Pero para quienes encuentran en la arepa una “masa” de discordia entre la tierra de Santander y la de Bolívar, les cuento que en México y Centroamérica la arepa también es protagonista. En México se les llama "gorditas" y en El Salvador, "pupusas", por tal razón, la arepa y en general cualquier amasijo a base de maíz es netamente latinoamericano.

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Que venga de donde venga, la arepa jamás será un problema, porque en lugar de ponernos en disputa nos une y junta su delicioso sabor; con queso, de huevo, reina pepiada o pabellón; con carne mechada o con jamón; de peto, de maíz pelado o la antioqueña sin sal, una arepa siempre será un manjar.

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Celebremos y festejemos este Día Internacional de la arepa del 14 de septiembre dejando la dieta atrás, disfrutemos porque no es un alimento más, es un elemento imprescindible de la identidad de nuestros pueblos y que en lugar de generar disputas debemos compartir. ¡Larga vida a la arepa y buen apetito para todos!

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