Boyacá fue escogido como el mejor Cacao de Colombia

La decisión, que se tomó entre las 10 muestras finalistas de las regiones de Nariño, Santander, Arauca, Chocó, Boyacá y Córdoba, estuvo a cargo de un equipo conformado por expertos nacionales y catadores y chocolateros internacionales, entre ellos Astrid Gutsche, embajadora de los pequeños productores y pastelera de la cadena de restaurantes peruanos Astrid y Gastón, el gourmet John Kehoe, de la chocolatera estadounidense Guittard, la suiza Karin Chatelain, experta sensorial de los salones de Chocolate de Tokio y París, y otros expertos catadores como el peruano David Conteras, de la asociación de productores de Perú Acopagro, la japonesa Mayumi Ogata y representantes nacionales de Corpoica, Fedecacao y la UIS.

El ganador de esta segunda versión, fue la Asociación de Productores de Cacao de Pauna (Aprocampa) de Boyacá, que hará parte de una misión exportadora en Suiza y podrá asistir al Salón del Chocolate de París en octubre, mientras que el segundo y el tercer puesto (Plata y Bronce respectivamente) fueron otorgados a: Integrasinú de Tierralta (Córdoba) y a Comcacaot de Tumaco (Nariño), quienes serán premiados con asistencia y recursos para mejorar la calidad.

“El premio es un reconocimiento al esfuerzo de 8 años de una región de productores que estaban agobiados por la violencia y la ilegalidad y que con el cacao, le han puesto alma, corazón y vida para salir adelante y generar paz y convivencia para sus familias y la sociedad”, expresó el presidente de la asociación ganadora, Juan Antonio Urbano, del Municipio de Pauna en Boyacá, quien agregó que además de ser ejemplo para otras regiones aún afectadas por los cultivos o la minería ilegal, “el premio nos abre muchas puertas y nos sirve de trampolín para que el mundo entero conozca nuestro producto. Sabemos lo que tenemos y el premio es un respaldo de esto”.

El concurso Cacao de Oro este año recibió a 69 organizaciones que representan a más de 4.000 cacaoteros, de los cuales una gran parte le ha apostado al cacao como opción de vida y sustitución de cultivos o actividades ilícitas. El evento hace parte de una estrategia de la cooperación suiza para posicionar el cacao fino colombiano de los pequeños productores en Europa y otros mercados internacionales, así como en el mercado y concepto de los colombianos, donde nuestros cacaos finos son aún desconocidos por su calidad y rareza de sus sabores.

En un mercado donde la oferta mundial de cacao escasea, Colombia ocupa el décimo puesto en producción y, según Proexport, ha aumentado sus exportaciones en los últimos 5 años. Importantes compradores gourmet como Dandelion, Walter Matter, Bonnat Chocolatier y Guittard mostraron su interés en los cacaos de los pequeños productores colombianos y asistieron al evento para evaluar sus propiedades actuales, con el fin de establecer futuras relaciones comerciales, en donde para algunos, una justa recompensa al productor es un criterio.

“Las grandes chocolaterías vinieron porque el cacao fino de aroma no es fácil de conseguir, pero además, vinieron los que nosotros llamamos ‘compradores pacientes’, es decir, chocolateros aliados que saben que en este minuto no encontrarán el cacao tal y como lo quieren, pero que están dispuestos a conocerlo y explicar cómo quisieran su producto para comprarlo directamente al precio y calidad de un cacao fino”,  explica Cecilia Rivera, representante de Swisscontact en Colombia.

La chef peruana Astrid Gutsche, autora igualmente del libro Guardianes del Cacao, explico aún más: “Hoy en día, en la gastronomía, estamos buscando cosas diferentes, divertidas, con carácter. Y los chocolateros y pasteleros vamos a encontrar esto en los cacaos regionales. Cacaos que además, tiene rostro y son testimonios de historias de lucha, y que también por esto, saben mejor que el cacao híbrido. Y esto es real”.

El concurso contó con el patrocinio y co –organización del Programa de Transformación Productiva –PTP- del Ministerio de Industria y Comercio y Proexport, así como con la participación de Corpoica, Consolidación Territorial, Finagro, Fedecacao, y la Universidad Industrial de Santander, entidades que reconocen el potencial del cacao colombiano debido a sus propiedades agroecológicas y genéticas y a la oportunidad del mercado mundial.