¿Qué relación existe entre la pérdida de audición y la demencia?

La pérdida auditiva en el adulto mayor está asociada con una reducción acelerada de la capacidad cognitiva y con un riesgo de 2-5 veces más alto para el desarrollo de la demencia.

Colombia.com - Vida y Estilo
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La pérdida auditiva en el adulto mayor está asociada con una reducción acelerada de la capacidad cognitiva y con un riesgo de 2-5 veces más alto para el desarrollo de la demencia.

La perdida progresiva del oído (presbiacusia) afecta a más del 30% de adultos mayores de 65 años y, de acuerdo con evidencia científica, está relacionada con la reducción en la capacidad cognitiva de quien la padece. Aunque es variable genéticamente, la presbiacusia es un síntoma normal del envejecimiento y se asocia con la degeneración progresiva de las células sensoriales del oído, a diferencia de las pérdidas auditivas causadas por la exposición al ruido, las toxinas o los agentes patógenos.

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Según el Dr. Jorge Almario, otólogo y asesor médico de Cochlear, la presbiacusia puede manifestarse a partir de los 45 ó 50 años y existen problemas médicos que se relacionan con esta, como la presión arterial o la diabetes. “La presbiacusia afecta a todos los adultos mayores en diferente grado, dependiendo de sus rasgos genéticos y el ambiente en el que viva. Aquellas personas que tengan una correcta higiene auditiva, no padezcan patologías heredadas o adquiridas, ni estén expuestos a altos niveles de ruido constante, tendrán una pérdida de audición menos notable que aquellas que sí”, agregó el experto.

Además del riesgo de presentar alteraciones en el equilibrio corporal, que hace más vulnerable a accidentes al paciente mayor, la presbiacusia tiene un alto impacto sobre la calidad de vida, porque se relaciona con la depresión, disminución de la actividad social, problemas de comunicación y otras alteraciones de la memoria, limitando la autonomía de la persona que la padece. “Las habilidades de escucha y el discurso están relacionadas con la capacidad cognitiva porque ejercitan constantemente el cerebro, por lo tanto, cuando se afecta la audición está capacidad se puede ver reducida”, aseguró María Piedad Núñez, consultora clínica de Cochlear.

La carga epidemiológica de las personas con discapacidad auditiva y los pacientes con deterioro cognitivo genera preocupación económica en Colombia y el mundo[x], ya que a medida que la población envejece estas dos condiciones se agudizan. De acuerdo con Núñez, diferentes estudios clínicos han demostrado que la rehabilitación auditiva con implantes cocleares y otras ayudas auditivas en adultos mayores con diferentes grados de pérdida auditiva genera mejoras en términos de rendimiento cognitivo, depresión y aislamiento social[xi]. De igual manera, la especialista afirma que es vital brindarle al paciente el acceso a la habilidad de lectura labiofacial como complemento para mejorar la comprensión del lenguaje oral y asesorar continuamente a la familia con el fin de capacitarla acerca de la condición del adulto mayor.

La principal característica de la presbiacusia es la disminución en la discriminación de la palabra o problema para identificar lo que otra persona está diciendo; sin embargo, la Organización Mundial de la Salud y los especialistas establecen otras señales para detectar que un adulto mayor está perdiendo la audición en la vejez:

- Incapacidad de escuchar altas frecuencias, como sonidos agudos.

- Falta de ubicación de las fuentes sonoras, o lugares de donde provienen los sonidos emitidos por personas o cosas.

- Necesidad de pedir a las personas que repitan lo que han dicho.

- Subir el volumen de dispositivos como radios o televisores más alto del nivel usual.

- Perderse en parte de las conversaciones.

- Escuchar una especie de zumbido en el oído (tinnitus).

- Hablar más alto de lo normal.

Si se presentan algunas de estas señales, el paciente debe acudir a un especialista para que realice las pruebas necesarias que arrojarán un diagnóstico certero de la condición. El primer estudio es un examen formal de la capacidad auditiva por medio de la audiometría tonal para medir la audición de los dos oídos por separado; y el segundo, es la logoaudiometría que mide la capacidad de comprender las palabras dichas al paciente. Estos dos procedimientos determinan el tipo y características de la deficiencia auditiva, para confirmar o descartar que se trata de presbiacusia.

Aunque la pérdida de audición en edad avanzada es irreversible, ya que está causada por la degeneración de las células sensoriales propias del envejecimiento, puede tratarse eficazmente con distintas ayudas auditivas como los implantes cocleares, que recuperan la capacidad de escucha en su totalidad; y los audífonos, dependiendo del grado de presbiacusia que se presente. “Es muy importante que las personas acudan a consultas al especialista con más regularidad a partir de los 45 años y mantengan una buena higiene auditiva para evitar la pérdida de la audición”, asegura el Dr. Almario.

Los expertos recomiendan a las personas tener hábitos de vida saludable, no exponerse a altos niveles de ruido y visitar al especialista inmediatamente en caso de sospecha de pérdida auditiva. El acceso a un tratamiento eficaz de manera oportuna puede evitar las consecuencias negativas ocasionadas por la presbiacusia que afectan al paciente y a todo su círculo familiar. 

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