Los efectos negativos que trae para el ser humano guardar en casa las cenizas de un familiar
Conservar las cenizas de un difunto en el hogar puede atraer energías negativas y permitir su ingreso al hogar.
Conservar las cenizas de un difunto en el hogar puede atraer energías negativas y permitir su ingreso al hogar.
Cuando un familiar muere, el dolor que experimentamos nos hace plantearnos muchas cosas. Hay quienes para lidiar con el dolor y tratar de mantener cerca a ese ser querido, elaboran altares con las cenizas del difunto ; sin embargo, ¿te has preguntado qué tan positivo es esto? A continuación te contamos lo que dicen algunos expertos frente al tema.
Desde el punto de vista emocional, el tratar de mantener vivo el recuerdo de una persona que ya no está en este plano puede convertirse en un tema patológico y desencadenar un problema de salud mental. La explicación que brindan quienes saben del tema, es que el conservar las cenizas de muerto en el hogar puede almacenar efectos negativos, no solo mentales sino espirituales.
Cuando tenemos una urna con cenizas en nuestro hogar, estas irradian la energía de la muerte, frenando la buena suerte, la prosperidad y eliminando la tranquilidad del espacio, e impidiendo la superación de la pérdida.
Algunas personas aseguran que cuando morimos, una parte de nuestra alma se queda junto a nuestro cuerpo y en el caso de los difuntos que son cremados, esta energía se queda impregnada en las cenizas, en especial si la muerte se dio de una forma trágica.
Cuando una persona está atravesando por un proceso de duelo, es importante tratar de alejar cualquier cosa que mantenga vivo el dolor, incluyendo los restos de la persona que ya no está en este plano. Por eso, es necesario tener claro cuál es el mejor lugar para conservar las cenizas.
En ocasiones, hay personas que tienen un apego tan grande con su ser querido que no lo dejan descansar ni trascender al más allá, conservando prendas, objetos e incluso las cenizas y llevándolas a todo lado al que van, pero esto es muy negativo, pues puede desencadenar un trastorno mental que distorsione la realidad.
Según la práctica del Feng Shui, conservar las cenizas de muerto en el hogar puede generar un Chi (energía vital) negativo, en especial si el evento se dio de forma trágica y reciente. Esta energía causa estancamiento y retroceso en la fluidez de las demás energías.
De acuerdo con esta práctica, tanto las cenizas de mascotas como de personas pueden abrir un portal e invitar a seres malignos de otros planos astrales a entrar al hogar, pues la energía queda estancada en un solo lugar.
Por otra parte, de acuerdo con expertos en parapsicología y clarividencia, cuando se conservan las cenizas de un ser querido en un altar se está atando al difunto al mundo de los vivos, impidiendo su trascendencia al más allá y la llegada al eterno descanso.