Jo Cameron, la mujer que es incapaz de sentir dolor, miedo o ansiedad: ¿Por qué?
Jo Cameron es la mujer que ha sorprendido a los científicos, pues no puede sentir dolor, miedo o ansiedad, y sus heridas cicatrizan más rápido de lo normal.
Jo Cameron es la mujer que ha sorprendido a los científicos, pues no puede sentir dolor, miedo o ansiedad, y sus heridas cicatrizan más rápido de lo normal.
Aunque en la medicina constantemente surgen casos clínicos que terminan sorprendiendo a los científicos, y poniendo a prueba todos sus conocimientos para intentar comprenderlos, algunos suelen ser más peculiares que otros y hasta terminan convirtiéndose en una gran oportunidad para responder cuestionamientos que han surgido desde hace muchos años, o incluso para desarrollar tratamientos que pueden salvar la vida de muchas personas.
Este es el caso de Jo Cameron, una mujer en escocia que se han convertido en objeto de estudio, por voluntad propia, por una extraña condición en su cuerpo: no es capaz de sentir dolor, miedo o ansiedad, y sus heridas suelen sanar con mucha rapidez; por fortuna, tras exhaustivas investigaciones, los expertos finalmente descubrieron cuál era la causa, y los hallazgos serían cruciales para ayudar a pacientes que sufren de depresión u otros padecimientos.
Tal como lo dan a conocer los investigadores en un estudio publicado en la ‘Revista británica de anestesia’, se trata de una rara mutación del gen FAAH-OUT en el ADN de esta mujer, el cual se encuentra ubicado en una secuencia que los profesionales habían considerado “basura” hasta ahora.
Dichas mutaciones alteran los genes FAAH (que está relacionado con la percepción del dolor), WNT (asociado a la cicatrización de las heridas), WNT16 (vinculado con la regeneración ósea), BDNF (que tiene que ver con el estado de ánimo), y el ACKR3 (regula los niveles de opioides).
Y es que, al parecer, la ausencia de dolor había alertado a Cameron y a sus médicos luego de una osteoartritis pantrapezoidal bilateral que le provocó una deformidad y deterioro en el uso del pulgar derecho, ante lo cual aseguró no tener ningún síntoma; por este padecimiento tuvo que ser sometida a una cirugía ortopédica, y no requirió analgésicos posoperatorios.
Posteriormente también recibió un procedimiento quirúrgico de reconstrucción de cadera, pues tenía un grado severo de degeneración articular, sin embargo, también la clasificó como indolora, para sorpresa de los médicos; al revisar su historial descubrieron que nunca usaron en ella anestesia para tratamientos o procesos, pues no parecía necesitarlo.
En cuanto a su familia, ninguno parece tener la misma condición, aunque la mujer asegura que su padre tampoco necesitó muchos analgésicos nunca, y su hijo manifiesta que tiene también un grado de poca sensibilidad al dolor, aunque no hasta el punto hasta el que ha llegado su madre.
Y aunque para muchos parece ser un privilegio, lo cierto es que los profesionales advierten que también podría ser peligroso, especialmente al exponerse a otros factores, como el fuego. No obstante, su caso, el estudio de su caso seguirá representando un gran avance para la medicina.
“Al comprender con precisión lo que ocurre a nivel molecular, podemos empezar a entender la biología implicada, y eso abre posibilidades para el descubrimiento de fármacos que algún día podrían tener repercusiones positivas de gran alcance para los pacientes”, asegura el profesor James Cox, principal autor del estudio.