Por: Juan Carlos Garcia Sierra • Colombia.com

Corona Plaza es el barrio latino de New York de calles vacías a causa de las redadas

El tradicional barrio de New York en la zona de Queens y habitado por mayoría latina tiene miedo a las deportaciones.
 

Queens es una zona con tradición latina en New York. Foto: Pixabay
Queens es una zona con tradición latina en New York. Foto: Pixabay

El tradicional barrio de New York en la zona de Queens y habitado por mayoría latina tiene miedo a las deportaciones.
 

New York es la muestra de que los Estados Unidos ha sido forjado por inmigrantes llegados de todos los rincones del planeta que conviven con arraigo por su lengua, sus tradiciones y costumbres, pero que coinciden en el amor que sienten por la ´capital del mundo´.

La gran manzana fue edificada inicialmente por gentes que llegaron desde Irlanda e Italia, pero con el pasar del tiempo su población se hizo robusta con el arribo de inmigrantes de los 5 continentes, no obstante, en el último siglo, una población muy especial comenzó a impregnar de color y sabor cada rincón de la ciudad protegida por la estatua de la Libertad.

Latinos, fuerza importante en New York

Los inmigrantes latinos han hecho que New York sea única y que el idioma español resuene con fuerza en cada esquina, mientras los olores de la comida latina tradicional indican que un tradicional platillo convertido en Fast Food está por deleitar a algún hambriento habitante. 

Corona Plaza es una zona de New York en la que todo lo latino se impone, y lo ha hecho a través de décadas en este barrio multicultural en donde latinos, europeos y chinos conviven de manera armónica, mostrando lo mejor de sus costumbres y de su espíritu neoyorquino.

La política en contra de la inmigración ilegal encabezada por el presidente Donald Trump mantiene a millones de inmigrantes indocumentados en los Estados Unidos temiendo lo peor, mientras el mandatario considera que las detenciones y redadas son pocas y que se deben incrementar.

Corona Plaza está apagado, los latinos están asustados y escondidos en sus casas porque un buen número de ellos no cuentan con estatus de permanencia legal y no quieren caer en una redada del ICE, mientras tanto, los sabores de la gastronomía venidos de esos pueblos al sur de los Estados Unidos se extrañan, igual sucede con su música, su sabor y hasta con el idioma español, el cual quiere ser desterrado por el mandatario republicano de 78 años.

Los tacos mexicanos y sus taquerías de carrito ubicadas en esquinas, pero también en algunos locales, así como las panaderías colombianas que son muy frecuentadas por la variedad de amasijos que preparan, han tenido que trabajar a media marcha porque el miedo a la deportación es enorme y nadie quiere devolverse a sus países sin cumplir el sueño americano de haber hecho un capital en los Estados Unidos.

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