Donald Trump vuelve a darle duro a las ciudades santuario y las acusa de desobedientes

Donald Trump tiene en mente endurecer su política contra la inmigración ilegal y para ello espera mayor número de detenciones y deportaciones, pero desde tiempos de la campaña presidencial, anhela acabar con las denominadas ciudades santuario, aquellos lugares de los Estados Unidos que son más flexibles con los inmigrantes ilegales y que, incluso, les han brindado asistencia. 

Trump contra Biden y demócratas

Donald Trump acusa al partido demócrata de haber dado impulso y poder a las ciudades santuario que, durante el gobierno de Joe Biden, permitieron que inmigrantes ilegales se instalarán en su territorio, y, además, prestaron asistencia de todo tipo, desde la humanitaria hasta la consecución de trabajos, vivienda y ayuda con procedimientos de trámites de asilo en los Estados Unidos. 

Donald Trump dio un primer zarpazo congelando la ayuda federal para que esta fuese utilizada en programas de ayuda a los inmigrantes indocumentados en las llamadas ciudades santuario, entre las que se encuentran algunas de las más importantes y pobladas de la nación como Nueva York, Los Ángeles y Chicago.

El presidente Donald Trump sufrió un duro revés cuando la Corte Suprema de Justicia retiró la suspensión de ayuda federal para las ciudades santuario, con lo cual, algunos de los planes del presidente Donald Trump se han quedado cortos.

Notificaciones sobre 500 jurisdicciones santuario

Una de las estrategias del presidente Donald Trump y del Departamento de Seguridad Nacional es la notificación a 500 jurisdicciones santuario que incluyen ciudades, condados y estados que están obstruyendo deliberadamente la aplicación de la ley federal de migración y poniendo en riesgo y en grave peligro a los ciudadanos estadounidenses.

El Departamento de Seguridad Nacional DHS publicó una lista de jurisdicciones y afirmó que cada una recibirá una notificación en las que se les rotula como ´incumplidoras de las leyes´, esta acción es considerada como un tipo de presión sobre esta clase de comunidades, sin embargo, hay que medir cuáles son sus reales efectos.

A rectificar posturas

El gobierno de los Estados Unidos y el Departamento de Seguridad Nacional DHS esperan que varias de las llamadas ciudades santuario rectifiquen sus posturas y modifiquen sus políticas, manteniéndose en sintonía con las leyes federales de inmigración y comiencen a trabajar en la detención de inmigrantes indocumentados y de esa manera no poner en riesgo a Estados Unidos, pues, para Donald Trump, los inmigrantes indocumentados son delincuentes y solo quieren hacer daño a los estadounidenses.

La notificación realizada a las llamadas jurisdicciones o ciudades santuario quiere recordar que estos lugares permanecen en desobediencia y que diferentes organismos judiciales de los Estados Unidos están facultados para hacer cumplir las medidas legales que sean necesarias en estos territorios, a pesar de su falta de colaboración.