Un diplomático colombiano fue de los pocos que le pegó su regañada a un Papa
Un colombiano fue de los pocos que le ´pegó su regañada´ a un Papa, pero esta fue cariñosa y recibió todavía, una más cariñosa respuesta.

Un colombiano fue de los pocos que le ´pegó su regañada´ a un Papa, pero esta fue cariñosa y recibió todavía, una más cariñosa respuesta.
Cuando el cónclave se acerca, se hacen conocidas diferentes historias de colombianos que han tenido que ver estrechamente con el Vaticano, algunos con las elecciones propias de diferentes Papas, y otros como posibles papables, pero, también están las historias de diplomáticos que hicieron carrera en la Santa Sede y que tuvieron la maravillosa oportunidad de conocer y de compartir con grandes jerarcas.
Un colombiano cercano al Papa
Guillermo León Escobar Herrán fue un diplomático colombiano nacido en Armenia, Quindío, licenciado en filosofía y letras que desde muy joven cultivó una fe católica reconocida que extendió a quienes fueron sus amigos. Viajó a Alemania para estudiar y por cosas de la vida, o de Dios, terminó ligado a los Papas.
Este recordado diplomático y embajador colombiano ante el Vaticano, con 24 años fue uno de los integrantes del coro juvenil que recibió al papa Pablo VI en el Aeropuerto Internacional El Dorado de Bogotá en 1968, y 4 años más tarde, en 1972, conoció a Giovanni Montini, el mismo Papa Pablo VI al que le había cantado en Colombia.
Escobar Herrán fue nombrado por su amigo Belisario Betancourt como embajador colombiano en el Vaticano y fue el artífice de la visita de Juan Pablo II a Colombia en 1986, siendo esta la segunda ocasión en que un Santo Padre visitaba el país, pero también fue uno de los gestores de la visita de Jorge Mario Bergoglio, Francisco I, a Colombia, conociéndolo ya a través de una visita que el argentino hizo al Consejo Episcopal Latinoamericano CELAM en Bogotá.
Una anécdota para la eternidad
Durante la visita del Papa Juan Pablo II se presentó una anécdota que muchos todavía recuerdan con humor puesto que, en una cena, el profesor Escobar Hernán era conferencista y en ella el principal invitado era el mismísimo Papa.
El Papa apareció en la reunión con retraso y acercándose a Escobar Hernán le dijo que como conferencista tenía derecho a decir unas palabras, sin embargo, la respuesta de este fue un cordial llamado de atención a su santidad por la tardanza con la que se había presentado al evento.
“Su santidad, quiero preguntarle por qué es tan impuntual” preguntó el profesor Escobar Herrán, quién añadió que había sido testigo de diferentes audiencias en las que aparecía con retraso, culpando de esto a su costumbre de hablar con todos con los que se cruzaba en su camino, desde porteros y personal de limpieza hasta con los más altos jerarcas de la iglesia y de la política.
El Papa políglota nacido en Cracovia, Polonia, con toda la calma que lo caracterizaba le respondió al profesor Escobar Herrán que la respuesta ya estaba hecha y que “la caridad está por encima de la puntualidad”, así lo reseñó Nelson Freddy Padilla en el diario El espectador.
Ante el inusual ´regaño´, lejos de marginar a Escobar Hernán, el Papa Juan Pablo II lo designó representante personal en diferentes eventos en Colombia y también en otros lugares del mundo, como en los 50 años de la Cepal, los 500 años del descubrimiento de América en 1992 y una visita del pontífice a Israel.
Era tan reconocido el trabajo y el carisma del profe colombiano Guillermo León Escobar Hernán, a quien comparaban con Pavarotti por su apariencia personal, que se mantuvo como embajador en el Vaticano durante varios periodos presidenciales y era de los pocos autorizados para visitar la residencia papal de Castelgandolfo, pero, infortunadamente, falleció luego de la visita de Francisco a Colombia, dejando hondo pesar por su partida y especial reconocimiento a su trabajo de muchos años en el Vaticano.