Por: Juan Carlos Garcia Sierra • Colombia.com

Artista colombiano sorprende a peatones y conductores de New York con colosal obra

Iván Argote se labra gran reputación con obras reflexivas y con alto contenido social.

New York admira el arte de un colombiano que invita a la reflexión. Foto: Pixabay
New York admira el arte de un colombiano que invita a la reflexión. Foto: Pixabay

Iván Argote se labra gran reputación con obras reflexivas y con alto contenido social.

New York es una ciudad que sorprende y cada día inquieta a habitantes y visitantes, y, actualmente, existe una paloma gigante que domina el Highline y que provoca todo tipo de reacciones.

No es un mutante

Transeúntes y conductores de vehículos tienen la sensación de que un monumento muy particular pudiese ser uno de esos animales mutantes de las películas, sin embargo, se trata de una obra de un artista colombiano que causa sensación en el paisaje urbano de la gran manzana.

Aunque es una paloma, una audaz escultura de 5 metros de altura se llama “Dinosaurio” y es obra del artista colombiano Iván Argote, quien reinventa lo que pueden representar los monumentos, centrando la atención en un compañero urbano olvidado y desafiando las narrativas tradicionales de poder.

Iván Argote es un artista nacido en la ciudad de Bogotá con enorme pasión por el arte, pero, especialmente, por contar historias a través de este, por eso, desde muy joven vive en París en donde estudió y logró una importante reputación, la cual se ha labrado al exponer en importantes museos como el Guggenheim y en eventos como la Bienal de Venecia.

El highline Plinth pidió a artistas de todo el mundo propuestas y fue ´dinosaurio´ la que fascinó y ahora se encuentra dominando esta calle neoyorquina y que le da al artista colombiano mayor renombre.

Dinosaurio es un símbolo de la resiliencia y la migración, además de ser ingeniosa, invitando a la reflexión sobre los monumentos que creamos y los valores que se defienden.

Argote no solo es un escultor o un fotógrafo, también es un hombre dedicado al cine, y en sus historias explora la justicia social y examina nuestras relaciones interpersonales, las instituciones y el poder, con toques de ternura humor y también con un carácter enormemente reflexivo.

Nueva York tiene un aire colombiano gracias a la gran cantidad de migrantes en esta ciudad, quienes no solo aportan a la economía como trabajadores, sino que también muestran toda su capacidad artística, e Iván Argote es uno de los mejores ejemplos.

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