Por: Juan Carlos Garcia Sierra • Colombia.com

Iglesia del Sagrado Corazón en El Paso, Texas: testigo del drama migratorio en EE.UU.

La iglesia del Sagrado Corazón en El Paso, Texas es un testigo del drama migratorio en EE.UU. La vocación cristiana del templo se refleja en la atención que brinda a los indocumentados.

El Paso en Texas es la ciudad que representa la inmigración latina en la frontera sur en EE.UU. Foto: Pixabay
El Paso en Texas es la ciudad que representa la inmigración latina en la frontera sur en EE.UU. Foto: Pixabay

La iglesia del Sagrado Corazón en El Paso, Texas es un testigo del drama migratorio en EE.UU. La vocación cristiana del templo se refleja en la atención que brinda a los indocumentados.

El Paso, Texas, es una ciudad, que como su nombre lo indica en español, representa el paso de los migrantes indocumentados que quieren ingresar al interior de los Estados Unidos con el ánimo de lograr su sueño americano después de la pesadilla de una travesía dura y mortal en muchos casos.

El Paso, la segunda ciudad más importante de la frontera entre Estados Unidos y México después de San Diego, es una urbe con casi 700 mil habitantes, un alto porcentaje de ellos de origen latino o hispano como acostumbran los estadounidenses.

El origen latino de su población se ve reflejado en sus costumbres y en su religión, por eso todo lo católico está presente como herencia hispana y mexicana, esta última, la nacionalidad mayoritaria en la zona por su vecindad con México, además de tener fuertes lazos con esta nación porque alguna vez formó parte de su territorio, pero la usurpación de los Estados Unidos la puso del lado norteamericano.

El Paso es un centro de la inmigración hacia los Estados Unidos, la que en los últimos años dejó de ser mexicana en su gran mayoría, para reunir personas de diversas nacionalidades, siendo los venezolanos, ecuatorianos, haitianos, cubanos, centroamericanos y colombianos, los migrantes principales.

Una iglesia es símbolo del drama

La iglesia del Sagrado Corazón del El Paso se ha convertido en los últimos años en un símbolo de la inmigración y un testigo mudo de las penurias que casi todos deben pasar en la sexta ciudad con mayor población del estado de Texas.

Los sacerdotes de la iglesia, poniendo en práctica su vocación humana, han asistido a los migrantes que llegan a El Paso, por eso muchos se concentran en sus alrededores, un panorama que ha cambiado desde que Joe Biden cerró la frontera a principios de junio.

Desde hace dos meses, las aceras pertenecientes a la iglesia están desocupadas, cuando antes estaban atiborradas de migrantes que debían dormir sobre ellas, pero los sacerdotes, voluntarios y fieles de la iglesia del Sagrado Corazón los asistían con comida, mantas y diversas ayudas.

La situación de la iglesia es el reflejo de la inmigración ilegal y hoy su panorama exterior se ve vacío, todo esto debido a que ya no llegan los migrantes de forma masiva como antes de junio, pero en la iglesia la consigna siempre será llevar a la práctica las enseñanzas cristianas y siempre asistir a quien lo necesita sin importar su estatus migratorio, nacionalidad, raza o credo.