Migrantes ilegales afirman ser tratados como animales por Guardia Nacional de Texas

La lucha contra la migración ilegal en la frontera entre el estado de Texas y México alcanza ribetes racistas y xenófobos a través de políticas impulsadas por el propio gobernador Greg Abbott y replicadas a lo largo y ancho de los Estados Unidos por el candidato presidencial Donald Trump.

El paso por la frontera entre Texas y México sigue con restricciones después de que desde el 1 de junio el presidente Joe Biden limitara el ingreso por los puntos fronterizos de tan solo de 2.500 migrantes al día, además, las citas a través de CBP One alcanzan las 1.350 diarias.

Cuando el cruce de migrantes buscando asilo supera las cifras descritas, la frontera se cierra y a pesar de que la reducción de migrantes intentando cruzar la frontera es evidente, el sueño de muchos latinoamericanos es el de llegar a los Estados Unidos así tengan que lanzarse a la aventura de cruzar Centroamérica iniciando en la peligrosa selva del Darién a merced de la naturaleza y los grupos delincuenciales.

Organismos de defensa de los migrantes en los Estados Unidos y diferentes testimonios de ciudadanos que intentan encontrar un mejor futuro solicitando el asilo denuncian que miembros de la Guardia Nacional de Texas en El Paso los intimidan permanentemente, utilizan un lenguaje soez e incluso, han llegado a utilizar la fuerza física y las balas de goma tratando de disuadirlos.

Los inmigrantes denuncian que miembros de la Guardia Nacional de Texas utilizan improperios y les advierten que no son bienvenidos en su país y que ellos, como integrantes de la fuerza pública, son quienes imponen las reglas.

´Como animales´

Los inmigrantes afirman sentirse como animales porque el trato de la Guardia Nacional no es el óptimo, ellos han hecho llegar diferentes denuncias a las autoridades del estado y a las de migración de los Estados Unidos, pero a pesar de ello, los controles a lo largo de la frontera se intensifican, el alambrado de púas se sigue instalando y las detenciones se siguen realizando a pesar de que el número de migrantes ilegales buscando asilo se ha reducido.

La carrera hacia la Casa Blanca sigue su curso y a poco más de un mes de las elecciones la inmigración ilegal sigue siendo el primer punto en el que los candidatos Donald Trump y Kamala Harris basan su agenda, siendo el aspirante republicano quien más duro se ha referido al asunto culpando a la vicepresidenta de permitir desde su cargo el ingreso de ilegales sin ninguna restricción. 

Donald Trump considera que la inmigración ilegal, especialmente la que proviene de Latinoamérica es la culpable del incremento de la inseguridad y criminalidad en los Estados Unidos.