Por: Redacción Turismo • Colombia.com

Playa Salguero sigue "desapareciendo" en Santa Marta

El 'Mar' sigue avanzando y hay zonas en las que el agua ya se acerca a las edificaciones. 
 

Actualización
La extensa playa que brindaba más de 50 metros de arena, ahora tiene 10 metros. Foto: Twitter @linetl
La extensa playa que brindaba más de 50 metros de arena, ahora tiene 10 metros. Foto: Twitter @linetl

El 'Mar' sigue avanzando y hay zonas en las que el agua ya se acerca a las edificaciones. 
 

Propietarios y visitantes, están preocupados por que el 'Mar' sigue "comiéndose" a Playa Salguero y sigue "desapareciendo". El proceso se ha intensificado desde hace 7 años. 

Según detallan medios nacionales y regionales, este fenómeno se debe a la erosión costera, que se ha visto intensificado en Playa Salguero desde hace 7 años y no ha tenido atención por parte de las autoridades locales. 

Refieren que de la extensa playa que brindaba más de 50 metros de arena, hay zonas en las que ahora solo quedan 10 metros y puntos críticos en lo que solo hay 5 metros, y luego están las edificaciones a la orilla del agua. 

Hay que recordar que Playa Salguero forma parte del Rodadero Sur, y muchos 'viajeros' solían disfrutar del oleaje suave, la arena blanca y el agua tibia que ofrece, pero ya no queda espacio para los bañistas. 

Los habitantes y vendedores de las zonas afeactadas, son los que más temor sienten, ya que al menos 7 edificios están cerca de ser "alcanzados por el Mar" y de suceder, las infraestructuras estarían en riesgo, ya que todo se puede "venir abajo". 

"Las personas ya no creen en los anuncios de las instituciones de atención de desastre y la alcaldía. Prefieren dejar a un lado el confort de sus apartamentos y cambiar de residencia”, manifiesta José Luis Linero, habitante de la zona. 

La misma referencia la cuentan los prestadores de servicios turísticos que comentan que anteriormente, podrían alquilar hasta 15 espacios de toldos en Playa Salguero y ahora, escasamente pueden levantar 5 o 6 carpas. 

“Ya no viene la misma cantidad de gente, porque no hay dónde permanecer. Los ingresos han bajado en más de un 50 por ciento en comparación con hace unos tres o cuatro años”, detalla Suleima Rivadeneira, que trabaja en alquiler de carpas y toldos, con su esposo.