Casas coloniales en Barichara Santander - Shutterstock
Cuando se escucha hablar a un santandereano se puede sentir un ímpetu único porque pronuncia cada palabra con fuerza y sin ahorrarse ningún esfuerzo, en su voz se siente la energía pura de una raza rebelde que no se amilana ante nada y que dice las cosas con franqueza, frente a frente y sin el menor asomo de sonrojo.
Santander es una tierra de naturaleza bravía como sus gentes, es un lugar destinado perpetuamente a ser libre y a no soportar jamás la opresión ni la esclavitud, por esa razón es la cuna de la libertad en Colombia y su grito de levantamiento se hizo sentir para que su eco perdurara por siempre como el primer y fundamental paso para alcanzar nuestra soberanía como nación independiente.
Santander, llamado así en honor al más grande prócer de la libertad nacido en Colombia, Francisco de Paula Santander, es un departamento que se pelea a pulso el reconocimiento por su pujanza, talante e innovación; trabajo arduo que se ve reflejado en obras civiles, arquitectónicas, culturales y sociales que enorgullecen a cada uno de sus habitantes.
Santander es una tierra de contemplación y de aventura, de montañas recias y escarpadas que descansan en el Cañón del Chicamocha, el segundo más grande del mundo y cuya imponencia le brinda al espíritu un segundo aire para continuar avanzando.
Catedral en la plaza principal de Barichara en Santander - Shutterstock
En medio de su belleza, el Parque Nacional del Chicamocha llamado “Panachi”, se erige como centro de entretenimiento y símbolo de la santanderianidad. Continuando el recorrido nos encontramos con la señorial ciudad de El Socorro, tierra de virreyes, cultura y clamor popular porque allí el movimiento comunero se hizo un sentir campesino que en las figuras de José Antonio Galán, Antonia Santos y Manuela Beltrán encontró su mejor expresión y en la música, figuras eternas para el corazón nacional como José A. Morales.
Parque nacional del Chicamocha en Santander - Shutterstock
Dominio de Guanes y Yarigüíes, indígenas que adoraron esta tierra como ningunos, paraíso de Leopardos, osos y pájaros multicolores e inspiración de artistas y poetas de toda especie; Santander se muestra al mundo como una tierra en donde vivir es un auténtico placer.
Santander como importante destino del turismo en Colombia deleita al mundo con su gastronomía; cabro, pepitoria, mute, guayaba y sus singulares hormigas culonas son platos apetecidos por gentes del mundo entero que visitan la tierra de la libertad para sentir esos bocados celestiales en su paladar y repetirlos una y otra vez.
La verdadera aventura tiene su epicentro en esta tierra indómita, rafting y canotaje suben los niveles de adrenalina de los más osados que por los rápidos de los ríos Suárez y Fonce se atreven a desafiar el control humano.
La exploración de cavernas o espeleología es una actividad que no debe faltar para el visitante, cuevas de enorme hermosura son un plan diferente e inolvidable, y si de continuar con la pasión extrema, el parapentismo sobre el cañón del Chicamocha y la población de San Gil son actividades que elevan las palpitaciones del corazón y al divisar la belleza santandereana desde el aire logran enamorar eternamente.
El Teleférico en el Cañon del Chicamocha en Santander - Shutterstock
La vida en Santander es un sentimiento que pone a prueba nuestra energía, visitar este reconocido escenario del turismo en Colombia es un plan que no debe dejar de realizarse porque cuando usted respira el aire de esta tierra, llena su cuerpo de la más grande sensación de libertad.
Santander está al nororiente de Colombia sobre la ramificación oriental de la Cordillera de los Andes. Bucaramanga está a 300 kilómetros de Bogotá. Santander limita al norte con los departamentos de Cesar y Bolívar, al oriente con Norte de Santander, al occidente con Antioquia y al sur con Boyacá.