Cabello tinturado: recomendaciones de expertos para mantener vivo el color

La elección de teñir nuestro cabello es una forma emocionante de expresión personal y estilo; sin embargo, mantener vibrante el color y sana la fibra capilar después de un proceso químico de este tipo puede ser todo un desafío. 

Cuando exponemos nuestro cabello a decoloraciones y tintes muy agresivos, es normal que la hebra se debilite porque le estamos quitando pigmento natural y por ende fuerza. Además, cuando los colores son muy claros o fantasía, se deslavan muy rápido y es necesario matizarlos constantemente. 

Es por eso que a continuación te compartimos las recomendaciones principales de los expertos en cuidado capilar para ayudarte a conservar tu cabello teñido en su mejor estado. Estos consejos prácticos te permitirán disfrutar de tu color de cabello por más tiempo y con un aspecto siempre radiante.

Según coloristas especializados de Garnier, uno de los pasos a los que mayor importancia se le debe prestar después de un tinte es al lavado, pues la frecuencia debe ser menor y se debe realizar con productos especiales para que el color no se vaya tan rápido o tome una apariencia desgastada. 

“El agua exacerba la porosidad del cabello, permitiendo que se escape el pigmento. Intenta lavarte el cabello con menor frecuencia. Cada dos días (o más) te ayudará a preservar tu coloración durante más tiempo. También debes proteger tu cabello en la ducha cuando no lo vas a lavar. Usa un gorrito de baño para evitar que se moje”, indican. El agua fría es la mejor opción para evitar la pérdida excesiva de color. 

En cuanto a los productos, lo aconsejable es usar siempre marcas profesionales y evitar las comerciales que pueden ser dañinas especialmente para los cabellos maltratados por procesos químicos. “Existen muchísimos productos diseñados para proteger el cabello teñido, y debes usarlos una vez que cambies tu cabello. Lo mejor es que busques un producto específicamente para el color de tu cabello, ya sea rojo, rubio, castaño, negro u otro”, señalan. 

Por su parte, el experto Richy Kandasamy, citado por la revista Vogue, expone que después de realizarse un procedimiento de color en el cabello se deben evitar ingredientes fuertes como: sulfatos (SLS o SLES), parabenos, cloruro de sodio y productos petroquímicos. 

“Los sulfatos sirven para dar a los champús esa espuma burbujeante, pero acaban eliminando demasiada grasa del cuero cabelludo y del cabello y pueden contribuir a la sequedad”, dice. Por otra parte, “el cabello teñido tiende a ser más seco, por lo que es fundamental utilizar un champú nutritivo que sea delicado con las hebras teñidas (…) El cloruro de sodio, que es comúnmente conocida como sal, también puede encontrarse en algunas fórmulas de champú, y se sabe que contribuye a la sequedad e incluso puede afectar o desvanecer el color del cabello”, agrega el experto. 

Adicionalmente, los profesionales recomiendan aplicar una mascarilla revitalizadora e hidratante una o dos veces por semana para mantener sano el cabello y vibrante su color. Lo ideal es que estos productos estén hechos a base de aceites naturales que no solo humectaran, sino que aportarán un brillo espectacular. 

Finalmente, se debe evitar a toda costa el uso de herramientas de calor, dado que esto promueve la porosidad en el cabello y por ende permite una mayor pérdida de pigmento. Si por una u otra circunstancia debes usarlas, lo ideal es siempre aplicar un protector térmico que minimizará el daño. 

Para la temporada de vacaciones, la colorista neoyorquina Natalie Rotger recomienda esperar de seis a ocho semanas entre los tratamientos de coloración y aplicar siempre un acondicionador sin aclarado antes de pasar mucho tiempo al sol o al agua: “El agua salada y el cloro pueden crear una acumulación de minerales en el pelo que puede alterar el tono deseado”, concluye.