La Superluna Azul podría ser la razón por la que durmió mal estos días, esta es la explicación

En la noche del pasado miércoles 30 y la madrugada del jueves 31 de agosto, el cielo presenció un fenómeno astronómico muy particular. Se trata de la Superluna Azul, un evento que, según expertos, ocurre cuando una luna llena coincide con el punto de su órbita más cercano a la Tierra. 

Este fenómeno que no volverá a suceder hasta dentro de 14 años, en el 2037, asombró a muchas personas alrededor del mundo y dejó impresionantes imágenes, pues el satélite de la Tierra, según National Geographic se pudo ver hasta un 7% más grande y hasta un 15% más brillante de lo habitual en su fase de plenitud, gracias a su posición en el perigeo. 

Para los creyentes en la astrología, esta Luna traía consigo energías muy poderosas asociadas a cambios emocionales, comportamientos extraños, e incluso a la aparición de síntomas fisiológicos anormales como dolores de cabeza, mareos y agotamiento físico. Esta podría ser la razón por la que muchas personas presentaron inconvenientes para descansar y dormir con tranquilidad. 

Desde hace mucho tiempo, una gran cantidad de científicos han realizado estudios para encontrar una relación entre los ciclos lunares y los ciclos de sueño y el descanso, ya que suele ser algo que inquieta a un porcentaje importante de personas.

Algunas de estas investigaciones han encontrado que, tanto este fenómeno astronómico, y en general la mayoría de las fases del ciclo lunar, tienen una incidencia en el cuerpo humano y puede afectar de diferentes formas las horas de descanso de las personas, algo indispensable para una buena salud.

En concreto, una investigación realizada por expertos de la Universidad de Basilea, en Suiza, publicado en la revista científica Current Biology, determinó que durante los periodos de Luna llena es más complicado conciliar el sueño y las personas suelen dormir menos horas de lo habitual.

La razón principal establecida por los investigadores es que cuando la Luna está en esta fase, la actividad cerebral puede disminuir un 30%. Además, se estableció en la muestra de estudio que las personas tardan más tiempo en quedarse dormidas, duermen durante 20 minutos menos y experimentan una sensación de no haber descansado una vez se levantan.

Según los analistas, habrían dos posibles explicaciones de por qué ocurre este fenómeno: la primera estaría relacionada con la presencia de una mayor cantidad de luz ambiental que inhibe la producción de melatonina, una hormona producida por la glándula pineal durante la noche fundamental en el proceso de descanso.

La segunda podría deberse a que las personas suelen estar sincronizadas de manera natural con los ciclos de la luna. “El ciclo lunar parece influir en el sueño humano, incluso cuando uno no ve la Luna y no está al tanto de la fase lunar actual”, señaló el profesor Christian Cajochen, quien hizo parte del estudio.