Donald Trump sigue poniéndole el nombre que quiere a las cosas y esta vez se mete con Irán
Donald Trump sigue poniéndole el nombre que quiere a las cosas y esta vez se mete con Irán al llamar Golfo de Arabia al Golfo Pérsico.

Donald Trump sigue poniéndole el nombre que quiere a las cosas y esta vez se mete con Irán al llamar Golfo de Arabia al Golfo Pérsico.
Donald Trump continúa con su costumbre de darle nombres diferentes a aquellos lugares que ya cuentan con unos tradicionales e históricos. El mandatario norteamericano se caracteriza por sus múltiples caprichos y uno de ellos es el de ponerle nombre a las cosas desde épocas de su primera presidencia, pasando por la campaña hacia la Casa Blanca en 2024.
La costumbre de poner el nombre que quiere
El magnate neoyorquino, próximo a cumplir 79 años en junio, gusta de referirse en términos particulares a ciertas personas y situaciones, tanto que, en tono considerado racista, ha llamado a los inmigrantes indocumentados que atraviesan la frontera terrestre entre México y los EE.UU. como “Aliens”.
Siguiendo la doctrina de James Monroe al nombrar su país con el nombre del continente americano, el mandatario norteamericano se empeña en nombrar el Golfo de México como Golfo de América y aunque esto no es oficial porque no ha sido aprobado por las cámaras legislativas de los Estados Unidos, ya se comienza a nombrar así, incluso en diferentes servicios como el de Google Maps, la cuenca oceánica entre México, EE.UU. y Cuba es nombrada com o Golfo de México y también como Golfo de América.
Trump dice que es de Arabia y no Pérsico
El golfo Pérsico es un accidente natural ubicado entre Irán y la Península de Arabia, pero el mandatario estadounidense ha decidido nombrarlo como Golfo de Arabia, especialmente porque mantiene buenas relaciones con este país asiático, mientras que tradicionalmente ha sido un antagonista con respecto a Irán.
Donald Trump pone en evidencia sus preferencias y también aquello que es contrario a él, por eso, y como una manera de desafiar a Irán, prefiere llamar el golfo Pérsico como golfo de Arabia, algo que mantiene las tensiones con el país islámico debido a su carrera nuclear y tradicional apoyo de grupos extremistas, pero borrando de un tajo la concepción de los persas, importante civilización que corresponde al actual Irán.
Donald Trump hace carrera como geógrafo y se empeña en generar controversia y tensión entre diferentes países, y con el caso del Golfo de América, México ha protestado y espera que los países latinoamericanos lo secunden en su indignación y eviten llamar al Golfo de México como Golfo de América.
Con la determinación del presidente Donald Trump para nombrar como Golfo de Arabia al Golfo Pérsico, el mandatario estadounidense ha firmado que su intención no es la de herir la susceptibilidad ni los sentimientos de nadie y esto puede parecer algo irónico, un tono que caracteriza las intervenciones del neoyorquino, quien completa cuatro meses como presidente por segunda ocasión de los Estados Unidos.
Una de las inquietudes que genera toda esta situación es si el presidente de los Estados Unidos está facultado para cambiar de nombre a lugares de la geografía internacional, el mandatario ha afirmado que, con relación al Golfo de México, por tratarse de un lugar que toca parte de la geografía de su territorio, somete el plan a consideración de los organismos legislativos, mientras que para el caso del Golfo Pérsico parece ser una un asunto de elemental provocación.