Por: Juan Carlos Garcia Sierra • Colombia.com

Ley de Enemigos Extranjeros: Quieto en primera le dicen a Donald Trump

La Ley de Enemigos Extranjeros no podrá ser aplicada temporalmente para deportaciones por orden del Tribunal Supremo de Estados Unidos.
 

Donald Trump quiere a todos los indocumentados fuera de los Estados Unidos. Foto: EFE
Donald Trump quiere a todos los indocumentados fuera de los Estados Unidos. Foto: EFE

La Ley de Enemigos Extranjeros no podrá ser aplicada temporalmente para deportaciones por orden del Tribunal Supremo de Estados Unidos.
 

El polémico acuerdo suscrito entre el Gobierno de Donald Trump en los Estados Unidos y el que preside Nayib Bukele en El Salvador, consistente en la reclusión de presuntos delincuentes pertenecientes al Tren de Aragua en la megacárcel CECOT del país centroamericano, es una de las ampollas que se ha levantado con la política en contra de los inmigrantes ilegales en la Unión Americana.

Más deportados a El Salvador

El envío desde los Estados Unidos hacia El Salvador de más de 230 inmigrantes ilegales, considerados por el gobierno de Donald Trump como miembros de la banda trasnacional criminal ´El Tren de Aragua´ ha generado polémica, controversia e indignación por el ´show´ creado alrededor de este hecho y porque rel mandatario republicano ha revivido la Ley de Enemigos Extranjeros, una norma para la guerra que data de 1798.

Mientras familiares y defensores de los migrantes aseguran que muchos de los presuntos miembros del Tren de Aragua enviados a El Salvador desde Estados Unidos son personas trabajadoras y que no tiene vínculo alguno con el mundo del crimen, el gobierno de Donald Trump insiste en criminalizar la inmigración ilegal para poder contar con herramientas que le permitan llevar a cabo su plan de deportar la mayor cantidad de inmigrantes indocumentados.

La deportación de los venezolanos, presuntos miembros del Tren de Aragua a El Salvador, amparada en la Ley de Enemigos extranjeros, fue considerada por instancias como el juez James Broasberg, ilegal, y ordenó al presidente Donald Trump detenerla, sin embargo, el mandatario no acató el precepto y envió dos aviones repletos de supuestos criminales a Centroamérica.

Argumentando que la seguridad nacional de los Estados Unidos se encontraba en riesgo, Donald Trump apeló a la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798 para amparar las deportaciones de presuntos pandilleros, asegurando que aumentaría su número aprovechando el convenio establecido con Nayib Bukele.

Cuando Donald Trump se frotaba las manos con más vuelos de deportación hacia El Salvador, el Tribunal Supremo de los Estados Unidos ordenó al presidente Donald Trump que detenga la deportación de 50 inmigrantes indocumentados venezolanos, a quienes también acusa de ser miembros del Tren de Aragua.

Este pronunciamiento del Tribunal supremo significa que habrá un tiempo en el que se dilatará la expulsión de los inmigrantes venezolanos mientras se establece la legalidad de su deportación y si el Quinto Circuito, así como la fiscal general avalan la salida o decretan su permanencia en el país.

Esta es otra piedra en el camino para el presidente Donald Trump, la cual nuevamente es puesta por jueces federales, quienes se convierten en los obstáculos más intrincados para los planes del mandatario que ya cumplió sus primeros tres meses de su segunda administración gubernamental.

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