Inmigrantes con o sin estatus legal permanente condenados por delitos violentos podrían ser deportados de Estados Unidos

Uno de los grandes inconvenientes que ha tenido la política de inmigración en los Estados Unidos tiene que ver con la imposibilidad de mantener a los migrantes que han realizado actos delictivos confinados para un posterior juicio, porque muchos de ellos logran salir, incluso, se mantienen en el país siguiendo su proceso de obtención de estatus legal.

El pasado mes de febrero fue asesinada una joven estudiante de enfermería en Georgia, presuntamente a manos de un inmigrante ilegal venezolano, pero el sospechoso fue puesto en libertad pocos días después, y aunque sigue vinculado a la investigación por el crimen, sigue su proceso de obtención de residencia, lo cual ha generado un clima de insatisfacción y desconfianza, así como de racismo y estigmatización hacia los latinos e indocumentados en el país.

Con una carrera proselitista en marcha en la que la agenda sobre la migración marca el paso y con la reciente entrada en rigor de la polémica ley SB-4 en Texas, un grupo de senadores demócratas ha propuesto una ley consistente en que los inmigrantes detenidos por delitos violentos puedan mantenerse bajo custodia federal mientras se adelanta el proceso de deportación a sus países de origen. 

Norma para legales e ilegales

Esta propuesta también incluye a los migrantes que cuentan con la residencia legal o estatus de amparados o refugiados, pues se busca que muchos migrantes no se escuden en su condición para cometer delitos y mantenerse blindados ante la comisión de crímenes.

Los 6 senadores entre los que se encuentran demócratas e independientes presentaron el proyecto y se interpreta que esto tiene que ver con la mejora en la crisis migratoria que se le quiere dar al problema y que no ha dejado bien parado a Joe Biden, a quien se acusa de tener mano blanda con el asunto, y como dijo Donald Trump, ´de permitir que inmigrantes latinos ingresen a territorio estadounidense a matar´.

En un año electoral, la imagen de Joe Biden no es la mejor ante el problema migratorio, sin embargo, ha tratado de endurecer las condiciones para quienes delinquen en el país, así como dificultar y limitar la entrada de migrantes y de atender órdenes de asilo.

Actualmente, hay más de 3 millones de solicitudes de asilo y residencia represadas y no hay jueves suficientes para atenderlas, por eso se estima que cada proceso tarda alrededor de 4 años, mientras tanto los posibles beneficiarios se mantienen en el país.