Por: Camila Méndez Sastoque • Colombia.com

Chocolate: Conoce la histórico desde la Colonia hasta las veladas modernas en Bogotá

La eterna rivalidad entre café y chocolate en Colombia, una tradición que se remonta a la Colonia, sigue cautivando paladares.

Foto: Shutterstock
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La eterna rivalidad entre café y chocolate en Colombia, una tradición que se remonta a la Colonia, sigue cautivando paladares.

El chocolate y el café han sido los ingredientes más consumidos en Colombia, tanto así que hay un constante debate entre cuál es mejor, a pesar de que ambos llevan un largo tiempo acompañando en las mesas de las familias.

El chocolate va más allá de poner unas pastillas en una olleta con agua o leche caliente y batir con el molinillo, el utensilio base para que quede espumoso y listo para consumir acompañado de pan, arepa, buñuelos, queso y demás preparaciones ideales en el desayuno o en las onces.

Esta es una tradición desde la Colonia que se conoce como marca de identidad en las familias, pues alguna vez esta fue la bebida ideal para la reina, virreyes y miembros de la alta sociedad en la época donde se le conocía como Nuevo Reino de Granada.

El chocolate caliente llegó a Europa, donde se convirtió en algo dulce y de moda para beber a lo largo de los siglos XVII y XVIII. En su libro La mesa sudamericana, María Kijac escribe que cuando este chocolate renovado regresó a América Central y del Sur años después, fue adoptado por colombianos y venezolanos de clase alta.

Para dar contexto a la historia, el chocolate recorrió grandes veladas desde 1800, pues esta era la bebida ideal para una invitación a la casa de alguien y compartir en la mesa. La palabra Chocolate tiene una etimología mexicana, pues según datos, esta bebida prehispánica deslumbró a Hernán Cortés cuando llegó a tierras mexicanas, entonces conocidas como Nueva España.

Con los años, los españoles, para quienes la bebida de chocolate era demasiado amarga, comenzaron a agregar ingredientes como azúcar y vainilla. Esta nueva interpretación, más dulce, rápidamente se hizo popular en Europa y América Latina. Sin embargo, el cacao tiene origen amazónico, pero con el tiempo fue llevado hacia el norte. 

Las tres tazas es un texto que relata perfectamente lo que fue el chocolate en vísperas de la independencia, donde tomar chocolate, té o café en Bogotá a comienzos del siglo XIX era toda una sensación que acompañaba cientos de reuniones, pues para entonces el chocolate ya era el centro de todo y a la mayoría de los asistentes les encantaba.