El pan francés es considerado patrimonio inmaterial de la humanidad

De acuerdo al organismo, cada año se venden unos 6.000 millones de “baguettes” o pan francés, esto quiere decir que 12 millones de consumidores la piden en las panaderías cada día. Esta lista, que se actualiza constantemente, tiene como objetivo salvaguardar el patrimonio cultural del mundo. Otros festejos como celebración de la Semana Santa en Guatemala, bebidas como la fabricación del ron ligero de Cuba y el toque manual de las campanas en España también fueron incluidas.

En cuestión, este pan se caracteriza por ser delgado, largo y un poco seco, sirve para acompañar una buena pasta, ensalada o simplemente para comer junto a una dulce mermelada. El organismo cultual de la ONU, definió al baguette este miércoles 30 de noviembre, lo que significa que hace parte de las “tradiciones o expresiones vivas heredadas de nuestros antepasados y transmitidas a nuestros descendientes”.

La directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, declaró a CNN que el estatus de protección de la baguette rinde homenaje a la "tradición", la "producción artesanal" y garantiza que la "forma artesanal de hornear" se "transmita a la siguiente generación".

"Es una especie de modo de vida", dijo Azoulay. "Siempre hay una boulangerie cerca, puedes ir a comprar pan fresco y asequible y conoces a gente, te reúnes con los panaderos, es un elemento muy importante de cohesión social". Azoulay dijo que Francia tardó seis años en reunir toda la documentación necesaria antes de presentar su solicitud a la Unesco.

Los ingredientes principales para la elaboración de este apetecido producto son en espacial cuatro: harina, agua, sal y levadura o fermento y deben hornearse in situ. Destaca también por ser crujiente y su miga esponjosa. Sus inicios, datan de principios del siglo XX en París. Actualmente es el pan más consumido en toda Francia.

Otro de los grandes agregados a la lista, fue el ron cubano como se mencionó anteriormente, cerca de 8 generaciones de maestros, durante unos 155 años, acumularon sus conocimientos para englobar la preparación ideal de este licor, de manera que se ha pasado de manera oral y experimental a los aprendices.

“Para nosotros más que un orgullo es el verdadero reconocimiento de la tradición ronera cubana”, dijo telefónicamente a AFP el maestro Asbel Morales, de 54 años, al conocer la noticia. Este producto se suma, a otros que engrosan la lista como, la Tumba Francesa (2008), la Rumba Cubana (2016), el Punto Cubano (2017) y Las Parrandas (2018).

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