Centro Histórico de Bogotá: Un Viaje al Pasado de la Capital Colombiana
Adéntrate en la historia explorando en el Centro Histórico de Bogotá, lleno de arquitectura colonial, plazas emblemáticas y cultura viva.

Adéntrate en la historia explorando en el Centro Histórico de Bogotá, lleno de arquitectura colonial, plazas emblemáticas y cultura viva.
Origen de una ciudad consolidada
Cuando Gonzalo Jiménez de Quesada fundó la ciudad de Bogotá en lo que hoy se conoce como El Chorro de Quevedo, sembró la semilla que dio origen a una gran metrópoli. Hoy, Bogotá es una ciudad con más de 8 millones de habitantes, un crecimiento inimaginable para aquella pequeña aldea. Este cambio refleja la historia de Bogotá y su constante evolución hacia una gran urbe.
Les invitamos a recorrer el centro Histórico de Bogotá, donde la historia de Bogotá y la cultura se entrelazan en cada rincón. Empezamos en la Plazoleta del Rosario, un lugar lleno de historia. Las iglesias y templos construidos durante la época hispánica enriquecen el turismo cultural de Bogotá, destacando la Capilla de la Bordadita, famosa por el manto bordado de La Virgen María. Este recorrido es una muestra del legado histórico y cultural de la ciudad.

De allí pasó a la Iglesia de San Francisco, propiedad de los sacerdotes franciscanos y que se encontraba ergida al margen del Río Vicachá, más tarde llamada San Francisco en honor a esta comunidad religiosa. Justo detrás de este templo, en el centro histórico de Bogotá, encontramos la Iglesia de la Veracruz, que se destaca por su sencillez, en contraste con la ostentación de otras iglesias.
Esta iglesia guarda los restos de algunos de los mártires de la independencia nacional, un importante vínculo con la historia de Bogotá y su legado en la historia de Colombia. Todo esto forma parte del turismo cultural de Bogotá , ofreciendo a los visitantes una inmersión profunda en la rica herencia histórica y religiosa de la ciudad.
Posteriormente, nos encontraremos con la Iglesia de la Tercera, fiel representante del arte rococó, y llegaremos a la carrera séptima, que aún conserva los rieles del tranvía, testigos de su época de gloria y de su ocaso, generados por las turbas violentas que incendiaron y aniquilaron todo a su paso el 9 de abril de 1948. Este recorrido es parte del turismo cultural de Bogotá , donde se puede apreciar no solo la riqueza arquitectónica, sino también los Vestigios de momentos cruciales en la historia de Bogotá .

Bajando por esta misma vía encontraremos edificios como el Manuel Murillo Toro, el Palacio de Justicia que ardió en llamas en una cruenta toma el 6 de noviembre de 1985, el Museo Casa del Florero en donde se gestó teatralmente la independencia, el Palacio de Lievano que tiene la sede de la Alcaldía Mayor de Bogotá, El palacio o casa de Nariño, la Catedral Primada, el Palacio de San Carlos, sede alterna de gobierno durante diferentes épocas y el Colegio San Bartolomé, claustro de enseñanza para muchas personalidades de la nación. Todas estas construcciones dispuestas alrededor de La Plaza de Bolívar.
Complementan este intenso recorrido las iglesias de La Candelaria, San Ignacio, Nuestra señora de Las Aguas y Santa Clara, esta última considerada todo un museo porque alberga valiosas piezas de arte y sus tendencias. También son considerados como elementos del Centro Histórico de Bogotá, la Iglesia del Carmen, el observatorio astronómico, el Colegio Salesiano Leon XIII, la Iglesia de San Agustín, la Biblioteca Luis ángel Arango, la casa Pombo, el museo Botero y el Centro Cultural Gabriel García Márquez.

Resulta atractivo recorrer estas calles en las que se respira el aire de la historia vigilado por el Cerro de Monserrate y que tiene nombres tan curiosos como La fatiga, Cara de perro, Del divorcio y Pecado mortal entre muchos otros. Es un plan en el que es muy fácil encontrar a andariegos, turistas y “mochileros” venidos de todos los rincones del orbe, admirando monumentos como vestigios del pasado, presente y futuro de un país.
Estar en el Centro histórico de la ciudad es devolverse en el tiempo y proyectar hacia el futuro una nueva metrópoli, una Bogotá siempre viva.