Ciudad de Bogotá - Shutterstock

Ciudad de Bogotá - Shutterstock

UNA METRÓPOLI CON ALTURA

Cuando los conquistadores españoles se adentraron en los dominios de los indígenas muiscas, encontraron un valle generoso de espectacular follaje a 2.600 metros sobre el nivel del mar.

Rodeado de verdísimas montañas y un clima especial, resultó para ellos un gran alivio luego de haber explorado las calurosas tierras que bordean el gran Río Magdalena. En aquella sabana de geografía reconfortante encontraron el mejor lugar para fundar una ciudad en dónde asentarse permanentemente y en dónde comenzar a edificar una esperanzadora nueva vida muy lejos del viejo continente europeo.

Lo que inició como un establecimiento compuesto por unas cuantas chozas y una precaria iglesia es hoy una metrópoli que crece sin cesar y que desde sus cerros tutelares de Monserrate y Guadalupe, representa la confluencia de gentes de todos los rincones del país y también de todas las latitudes de este planeta.

Calles de la Candelaria en Bogotá - Shutterstock

Calles de la Candelaria en Bogotá - Shutterstock

Acreditada como una de las ciudades capitales más altas del continente, vive una vida agitada y dinámica mucho más cerca de las estrellas que cualquier otro lugar y es por esa razón que sus habitantes siempre llevan la frente en alto manteniendo sus ilusiones y su ánimo siempre arriba.

Bogotá, ciudad en permanente desarrollo y escogida por culturas diferentes para establecerse y fundar familia, es hoy una de las más grandes urbes del continente americano. Con más de siete millones de habitantes y 480 años de historia era el dominio del Zipa, gran líder Muisca que lo llamaba “Bacatá” y que significa “Tierra de labranza o de cultivo”, y es que no hay nada más acertado porque durante siglos miles de hombres y mujeres venidos de múltiples confines se han labrado un futuro en este campo en el que cultivar siempre produce frutos.

Ajiaco o Sopa típica en Bogotá  - Shutterstock

Ajiaco o Sopa típica en Bogotá - Shutterstock

Bogotá no para, no duerme. Bogotá es una ciudad que sabe a ajiaco, a tamal con chocolate y a agua de panela con queso, es una capital que respira cultura, deporte y transformación constante, es un campo de experimentación de la moda, la música y las tendencias del mundo; es escenario de progreso y proyección con plena vocación internacional.

Como ciudad de primer orden, Bogotá cuenta con toda la infraestructura necesaria para acoger a sus turistas; hoteles, gastronomía regional y mundial, grandes escenarios deportivos y culturales y lugares de atractivo para los visitantes componen una atractiva oferta de este principal destino del turismo en Colombia y orgullosamente del mundo.

Chocolate Almojaba y queso comida típica en Bogotá  - Shutterstock

Chocolate Almojaba y queso comida típica en Bogotá - Shutterstock

A pesar de ser una ciudad de inmensa extensión es una agradable tierra que invita a caminarla y a recorrerla en bicicleta porque solo así se puede absorber mejor el ambiente que encierra una gran historia y así también se puede tener contacto directo con sus habitantes que a pesar de vivir en un inmenso centro, conservan el calor humano que solo en Colombia se siente.

Bogotá afronta el futuro con la confianza que produce una ciudad que quiere ser aún más grande, con la seguridad que brinda ser la capital de un país que no retrocede, una urbe que se sobrepone a cualquier desventura y que afronta los retos del desarrollo con toda la firmeza de su porte.

Visitar Bogotá es empaparse de su ritmo, un vaivén armónico que actúa acorde con los avances del mundo, es proyectarse y a la vez reconocer en la historia la base para planear un porvenir pleno de felicidad, un mañana más cerca de las estrellas.

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