Ley Laken Riley: ¿el inicio de una dura política antiinmigrante en EE.UU.?
La ley Laken Riley pretende detener a migrantes que hayan cometido delitos no violentos como robos.
La ley Laken Riley pretende detener a migrantes que hayan cometido delitos no violentos como robos.
La ley Laken Riley que lleva el nombre de una estudiante de enfermería asesinada en Georgia por un inmigrante venezolano indocumentado que había sido arrestado anteriormente por cargos de robo, podría cambiar todo el universo de las políticas migratorias en los Estados Unidos.
Legisladores de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos aprobaron esta ley que permitirá a las autoridades detener a los inmigrantes involucrados en delitos no violentos como robos u otros.
Aunque, para muchos resulte sorpresivo, esta ley no fue exclusivamente apoyada por los republicanos, también algunos demócratas estuvieron de acuerdo para votar en favor de la aprobación de esta norma que incidirá decisivamente en las políticas migratorias.
Cuidando sus escaños
Los demócratas opositores a la ley consideran que sus copartidarios que sí se han alineado con esta, se están desviando de la dirección original de la colectividad y que sus votos a favor significan su deseo por conservar sus escaños.
La Cámara de Representantes ya había aprobado el proyecto en 2024, pero la actual configuración del Congreso requería una nueva votación, y, aunque, para muchos esta ha sido la bandera antiinmigrante de los republicanos, cuenta con apoyo, y además se considera necesaria para garantizar la seguridad nacional.
Algunos demócratas no están de acuerdo con esta ley porque consideran que se está desviando las posturas tradicionales que tradicionalmente han buscado equilibrar la seguridad fronteriza con mayor compasión hacia los inmigrantes indocumentados.
A 12 días de la posesión de Donald Trump, la aprobación de la ley Laken Riley puede convertirse en un abrebocas de lo que será la política antiinmigración del republicano, la cual podrá endurecerse y generar otras leyes contra inmigrantes que no necesariamente hayan cometido delitos como robos, asesinatos o violaciones, sino con quienes hayan migrado de forma irregular.