Ciudades santuario en alerta ante la nueva ofensiva migratoria de la administración Trump
Las nuevas políticas migratorias de Donald Trump han encendido el temor en las comunidades santuario de las principales ciudades de Estados Unidos

Las nuevas políticas migratorias de Donald Trump han encendido el temor en las comunidades santuario de las principales ciudades de Estados Unidos
En el área metropolitana de Boston, inmigrantes están siendo detenidos cuando van camino al trabajo, a las afueras de los tribunales e incluso en los parqueaderos de supermercados. Esto ocurre mientras el presidente Donald Trump intensifica su ofensiva contra las llamadas ciudades santuario en su intento de frenar la inmigración irregular.
Muchas familias han optado por quedarse en casa por miedo a ser arrestadas. Defensores de los inmigrantes reportan que cada vez hay más vehículos no identificados del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) vigilando lotes y espacios públicos en comunidades de inmigrantes, apuntando especialmente a las camionetas de trabajo. Una persona grabó cómo tres paisajistas que trabajaban en el Ayuntamiento de Saugus fueron arrestados después de que agentes rompieran la ventana de su vehículo.
Al norte de Boston, la ciudad de Everett decidió cancelar su tradicional festival del Mes de la Herencia Hispana. Según el alcalde, no sería apropiado “celebrar cuando tantos vecinos no se sienten seguros para asistir”.
Algunas figuras políticas han aplaudido estas medidas, como la gobernadora republicana de Nueva Hampshire, Kelly Ayotte, quien firmó una ley para prohibir las ciudades santuario en su estado y aseguró que no permitirá que Nueva Hampshire “siga el ejemplo de Massachusetts”. Este verano, ICE incluso empezó a usar un aeropuerto en Nueva Hampshire, a una hora de Boston, para trasladar a los detenidos de toda Nueva Inglaterra.
Pero hay quienes ven estas acciones como un golpe para las comunidades inmigrantes. “Esto está aumentando el miedo en niveles que ya eran altísimos”, afirmó Elizabeth Sweet, directora de la Coalición de Defensa de Inmigrantes y Refugiados de Massachusetts.
Boston y otras ciudades como Chicago, el alcalde Brandon Johnson calificó las redadas de “tiranía” han sido escenario de los operativos más recientes. El presidente Trump incluso amenazó con enviar la Guardia Nacional a Chicago, aunque dio marcha atrás la semana pasada.
El Departamento de Justicia demandó el pasado 4 de septiembre a la alcaldesa Michelle Wu, de la ciudad de Boston y a su policía local por sus políticas de ciudad santuario, argumentando que bloquean la aplicación de las leyes migratorias. Wu respondió acusando a Trump de “atacar ciudades para desviar la atención de los fracasos de su administración”.
Mientras tanto, ICE puso en marcha la operación “Patriot 2.0”, una nueva fase tras las redadas del pasado mes de mayo, cuando 1.500 inmigrantes fueron detenidos en Massachusetts. La última acción ocurrió justo antes de las elecciones primarias para alcalde, en las que Wu ganó sin dificultad. Ella es un blanco frecuente de críticas de la derecha por su defensa de las políticas que limitan la cooperación de la policía local con los agentes federales de inmigración.
La subsecretaria de Seguridad Nacional, Tricia McLaughlin, afirmó que el foco en Boston son “los peores criminales ilegales” del estado. “Las políticas de ciudad santuario, como las que impulsa la alcaldesa Wu, no solo atraen y protegen a criminales, sino que ponen en riesgo a los ciudadanos que respetan la ley”, afirmó en un comunicado reciente, donde se detallaba el arresto de siete personas.