Por: Jessica Mutis • Colombia.com

Aprenda a preparar de manera diferente una proteína de oro: El huevo

El huevo es una de las mejores proteínas a la hora de alimentarnos, aunque muchos mitos rodean su consumo como el aumento de los niveles en el colesterol, no hay tanto que temer.

El huevo es una exelente fuente de proteína. Foto: Shutterstock
El huevo es una exelente fuente de proteína. Foto: Shutterstock

El huevo es una de las mejores proteínas a la hora de alimentarnos, aunque muchos mitos rodean su consumo como el aumento de los niveles en el colesterol, no hay tanto que temer.

De acuerdo al portal Sabervivirtv, Un estudio realizado entre mujeres en Madrid, demostró que los valores del colesterol "bueno" (HDL) y del "malo" (LDL) eran mejores entre las que consumían un huevo al día que entre las que lo tomaban menos veces. Otros de los beneficios de este alimento, rescatan que aporta lecitina, ayudando a absorber menos colesterol. Además, de brindar ácidos grasos esenciales omega 3 y 6, y ácido linoleico, por lo que la proporción entre ácidos grasos poliinsaturados y saturados es adecuada para proteger la salud cardiovascular.

Saber preparar unos bueno huevos es clave, basta con saber los gustos, algunos les encantan que queden mojados, a otros secos, otros con yema blanda mientras que algunos con dura, así mismo, las versiones con sal, sin, con salsas y aderezos entre otros. Aquí le contaremos cuatro maneras de prepararlos para variar sus desayunos, almuerzos o cenas.

  • Huevo duro

Uno de los más fáciles, pero que en el que radica una clave necesaria que se basa en el tiempo de cocción, basta con dejarlo hervir entre 10 y 12 minutos. Cuando este tiempo se supera se sabrá porque la cáscara se rompe. Estos son ideales para comerlos solos o acompañar una buena ensalada.

  • Huevo 'mollet'

El huevo mollet es un huevo blandito y requiere un poco de paciencia para pelarlo, ya que la clara queda mullida y la yema está un poco líquida. Su cocción debe ser de entre 5 y 7 minutos.

  • Huevo tibio

Este huevo ha sido muy popular en la infancia de muchos, se reconoce gracias a que es parecido al duro, pero con yema blanda, líquida. El truco para conseguirlo es dejarlo hervir entre 3 y 5 minutos, más minutos cuanto más grande sea el huevo.

  • Huevo escalfado o poché

El huevo poché es otro recurrente de la cocina que gusta mucho, especialmente a los niños. Sin embargo, este no se hace con cáscara y tiene un procedimiento curioso. Se requiere de una cacerola con agua y un chorrito de vinagre. Cuando hierva, remueva el agua hasta formar un remolino, abra el huevo y viértalo con cuidado en el centro de ese remolino. Cuando pasen 3 o 4 minutos, rescate el huevo con una cuchara y estará listo para acompañar cualquier plato que quiera, como un puré o un arroz.