El vino no es solo para celebrar, también es un gran acompañante incluso para los platos más típicos de Colombia
El vino debe dejar de verse como una bebida de lujo y empezar a tenerlo presente en maridajes o para acompañar cada plato en la mesa.

El vino debe dejar de verse como una bebida de lujo y empezar a tenerlo presente en maridajes o para acompañar cada plato en la mesa.
Colombia hace parte de los lugares más ricos por su cultura, pero, ante todo, por su gastronomía y a pesar de que no es tierra de viñedos, esta bebida encanta con sus diferentes sabores que acompañan grandes platos.
Desde los tamales envueltos en hojas de plátano, de sopas con historia, de fritos que evocan el Caribe y de carnes que se asan bajo cielos abiertos, los sabores colombianos son ricos, diversos y arraigados en su historia y tradiciones que en ocasiones muchas de las propuestas gastronómicas han sido un gran acompañante del vino, esa bebida que ha sido vista como un lujo distante o reservado para celebraciones, actualmente está creciendo la tendencia de consumo, en la mesa para acompañar platos de la gastronomía local colombiana.
Los vinos suelen acompañarse con platos fuertes y en Colombia ya se encuentra en la mesa mucho más seguido. Actualmente, existe una variedad de propuestas en el menú, pero por su parte, Pinta Negra cuenta con una variedad de tinto y blanco, frescos y de marcado carácter gastronómico, elaborados a partir de uvas autóctonas que aportan expresión, equilibrio y una notable versatilidad en la mesa.
Es común que muchos vinos se añadan a preparaciones, un gran toque que logra darle sabor a esos marinados o salsas para acompañar un gran plato. Para conocer más sobre cómo sacar el mayor provecho de sabores a los platos colombianos en armonización con un buen vino de Portugal, estas son ideas para realzar lo mejor de cada preparación.

Blanco fresco para realzar sabores
El Pinta Negra Blanco es un vino ligero, expresivo y elegante, ideal para quienes buscan darle ese toque refrescante y fresco a cada plato. Esta propuesta va con los ceviches tropicales y los de la Costa Pacífica, pescados blancos y los pescados de agua dulce, la tilapia, la trucha blanca o la cachama, que pueden ir desde las preparaciones más sencillas y cotidianas, como a la plancha con ensalada, hasta los encocados.
También suele ir bien con fritos como carimañolas, aborrajados o arepa de huevo, jugando con las texturas y resaltando los sabores y aunque parezca extraño, con las sopas como el ajiaco santafereño, el sancocho o el mote de queso, también pueden combinar muy bien, así como los amasijos, las arepas y los tamales.
Tinto que realza el sabor y aligera el bocado
Ahora, el vino Pinta Negra Tinto es un vino de carácter, pero equilibrado que acompaña muy bien platos como la posta negra cartagenera hasta una sobrebarriga, pasando por el cabrito santandereano, la bandeja paisa, la ternera a la llanera o el cuy del sur, todos pueden encontrar en este tinto un maridaje a la altura que, además mejora la experiencia digestiva.
¡Se debe cambiar la percepción!
A pesar de que en Colombia el vino suele ser sinónimo de celebración, sería una experiencia diferente aprender a consumirlo con comidas y disfrutar de esos toques fuertes o dulces que pueden llegar a brindar y/o complementar un plato.
“Los colombianos somos muy moderados con el picante, y eso es una ventaja al pensar en maridar con vino. Además, una parte de nuestros platos tienen influencia europea en sus ingredientes, por ejemplo, las preparaciones con garbanzos. Es cuestión de animarse a probar, sin miedo ni pretensiones” sugirió la sommelier Catalina Rúgeles.
El vino no es un lujo, es un acompañante gastronómico
Pensar que acompañar una comida con vino es todo un lujo inalcanzable es solo una barrera cultural que ha llegado a la gastronomía. “Ya es hora de pensar el vino como parte de nuestra cotidianidad, como una forma de revalorizar nuestra cocina, no como algo externo a ella”, afirma Catalina Rúgeles, sommelier experta.
Los vinos de Pinta Negra, al ser frescos, versátiles y fáciles de beber permiten acompañar desde platos sencillos hasta los más elaborados, y al ser Colombia un país tropical, estos vinos jóvenes son muy compatibles para mejorar la experiencia de comer, una manera distinta de disfrutar y celebrar los sabores locales.