La gastronomía de barrio se apodera de la ciudad con el “Festival de los insaciables”

Por motivo de la pandemia, estos eventos han sido la vitrina gastronómica más amplia para darle de nuevo una esperanza a los negociantes y creativos de la gastronomía. En esta ocasión serán 25 restaurantes de diferentes barrios de la mayoría de localidades de Bogotá quienes se reunirán con sus platos icónicos en un mismo lugar. 

El encuentro será entre el 15 y el 17 de octubre, un evento que reunirá la mejor comida tradicional de Colombia y algunos otros sabores icónicos de la gastronomía internacional. Antonio “Toño” Rodríguez y Daniel “Ardilla” Guerrero son dos amigos influencers en cabeza del proyecto quienes cuentan con una comunidad de más de 1.200.000 seguidores en redes. Han sido reconocidos por su recorrido por recorrer la capital y reconocer los sabores escondidos de los creativos emprendedores, entre ellos conos de lechona, carnes horneadas, tiras de chicharrones, hamburguesas gourmet, postres de todo tipo, comida callejera polaca, tacos tradicionales mexicanos y comida típica colombiana.

Estos elegidos, se encontrarán en el Compensar de la Avenida 68, la entrada tiene un costo en taquilla los días del evento de 45.000 pesos por dos personas y son totalmente consumibles. La propuesta del valor, está ligada a la esencia de Los Insaciables quienes, en su búsqueda de lugares de calidad, siempre han tenido claro que los platos deben ser exequibles, por lo que se retaron a conseguir platos deliciosos por un valor igual al de las entradas para dos. 

“Desde hace un par de años, a los restaurantes a los que les hemos montado videos y que hemos dado a conocer a través de nuestras plataformas digitales, les han pasado cosas maravillosas, nos llaman y nos dicen que se les acaba el inventario, que la gente hace filas para entrar a sus negocios”, indicaron Los Insaciables en una entrevista con El Espectador.

De esta manera, los influenciadores señalaron que desean crear el primer evento diseñado para pequeños emprendimientos o nuevos negocios, cambiando así la mentalidad de que únicamente en los más exclusivos sectores se pueden encontrar platos bien preparados, con excelentes ingredientes y de alta calidad.

“Alrededor de la comida se desprenden muchas más cosas, se trata de ir a compartir con la gente que uno quiere, de disfrutar sabores y celebrar un rato agradable. Creo que el papel de uno como cliente de un restaurante es probar, descubrir, recomendar cosas que de pronto le parecieron chéveres y también si uno tiene algún tipo de comentario sobre el sitio, acercarse al dueño, al chef y decirle ‘mire le sugiero esto, haga tal vaina’, y así también les ayuda a construir la experiencia que están ofreciéndole al cliente”.