Madera vs. Polipropileno: ¿Cuál es el mejor material para tus utensilios de cocina?
En tu cocina, los utensilios de madera podrían estar ocultando un peligro para tu salud.
En tu cocina, los utensilios de madera podrían estar ocultando un peligro para tu salud.
La seguridad alimentaria es un aspecto fundamental en la cocina, y uno de los elementos que debemos tener en cuenta son los utensilios que utilizamos a diario. En este sentido, Mario Sánchez, tecnólogo alimentario, ha lanzado una advertencia sobre los utensilios de madera que solemos tener en nuestra cocina, como cucharones, tenedores o tablas de cortar.
En un video publicado en su canal de YouTube, Sánchez destaca que la madera es un material inseguro en lo que respecta a la seguridad alimentaria. Aunque la madera puede parecer un material natural y gourmet, en realidad puede albergar fácilmente una gran cantidad de microorganismos patógenos, responsables de enfermedades e intoxicaciones alimentarias.
Es importante señalar que no podemos basarnos en el argumento de que nuestras abuelas siempre han utilizado utensilios de madera sin problemas. Si bien no significa que el uso de tablas de madera nos enfermará automáticamente, sí aumenta las posibilidades de sufrir problemas de seguridad alimentaria.
Además, el experto subraya que en el ámbito profesional los utensilios de madera están prohibidos y desaconsejados debido a su dificultad para limpiar. La madera es porosa y tiene grietas a las que resulta imposible acceder adecuadamente. A través de estos pequeños orificios, jugos, líquidos y bacterias pueden penetrar en el material de forma natural.
Es importante destacar que no existe un material perfecto para cocinar, ya que cada uno tiene sus ventajas y desventajas dependiendo del uso que se le dé. Por ejemplo, la silicona es interesante en el entorno de la repostería, pero a altas temperaturas puede degradarse y afectar a los alimentos.
Ante esta problemática, Sánchez recomienda el uso de tablas de cortar de materiales como el polipropileno. Estas tablas permiten diferenciar los alimentos por colores, utilizando una tabla roja para carne y una azul para pescado, evitando así el riesgo de contaminación cruzada. La contaminación cruzada ocurre cuando se ponen en contacto alimentos crudos, que pueden contener patógenos, con alimentos cocinados que no serán sometidos a un posterior calentamiento.
Un ejemplo común de contaminación cruzada es cortar una pechuga de pollo en la misma tabla que luego se utilizará para cortar un tomate para la ensalada. Esta mezcla de alimentos crudos y cocidos puede generar problemas de seguridad alimentaria.