Postres caseros: 3 pasos para lograr hacer unas deliciosas galletas de Brownie en casa
Las galletas de chocolate, son un "respiro para el alma" y las puedes empezar a hacer con esta receta casera.

Las galletas de chocolate, son un "respiro para el alma" y las puedes empezar a hacer con esta receta casera.
Un 'antojito' en la tarde o un 'algo' puede ser una cosa deliciosa preparada en casa: unas galletas de Brownies caseras serán las aliadas ideales para acompañar el 'tinto' de la tarde.
¿Qué vas a necesitar? 120 gramos de chocolate en barra sin azúcar, 2 cucharadas de mantequilla, 1 huevo, 50 gramos de azúcar mascabado, 1 pizca de sal, 40 gramos de harina todo uso y ½ cucharadita de polvo para hornear.
Si quieres añadirle crocante: vas a necesitar también almendras o nueces al gusto, chispas de chocolate y 1 cucharadita de esencia de vainilla para aromatizar.
Lo primero, es tomar un recipiente donde puedas mezclar la mantequilla con el chocolate, este proceso lo podrás hacer a Baño de María y lo puedes ir batiendo, suavemente hasta que la mantequilla y el chocolate estén unidos.
Aparte, mezclarás el huevo, el azúcar y la pizca de sal, y a batir hasta que se forme una crema que no tenga grumos del azúcar, ahora es tiempo de añadir el chocolate a esta mezcla, de forma envolvente.
Cuando logres mezclar todo, de forma homogénea, añades ahora los ingredientes secos, tendrás mejores resultados mientras puedas tamizar, con un colador, el polvo para hornear y la harina.
Cuando ya tengas una masa firme, la idea es que agregas las nueces o almendras picadas, la vainilla y las chispas de chocolate. Ahora toca refrigerar la masa.

Es recomendable hacer un rollo, con un papel film transparente y cuando ya hagas esto, refrigerar por 30 minutos la mezcla, la hará más firme para poder picarlas y hacer las galletas.
Ahora bien, en un papel encerado y sobre una placa, dispones las galletas con espacio de separación entre una y otra, precalientas el horno a 180° grados centígrados por 10 minutos.
Las puedes reservar y disfrutar en horas de meriendas, con un vaso de leche fría o tibia, un café o hasta con un helado, son una delicia y las puedes reservar hasta 10 días, refrigerados.