Cómo preparar buñuelos con sabor tradicional de una plaza de mercado

De acuerdo a la página oficial de la Alcaldía de Bogotá, Luisa Emilia Barrios, una mujer de 74 años, que lleva 12 cocinando en un restaurante de la reconocida Plaza Distrital de Mercado la Concordia, compartió sus tips para obtener unos buñuelos que no estallen, se mantengan esponjosos, redondos y deliciosos. El primer dato es tener claras las porciones o cantidad de buñuelos para hacer, y por ende los ingredientes exactos.

Ingredientes para 20 buñuelos

• 1 libra de queso costeño rayado
• 1 libra de fécula de maíz (o mezcla en polvo para buñuelos)
• 1 litro de aceite
• 1 huevo
• 1 cucharita con polvo para hornear
• 1 cucharita de azúcar
• 1 taza de leche

Preparación

"La masa es la base del buñuelo, es quizá la fase más importante, lo que marca la pauta de ahí en adelante", dice doña Luisa, mientras mezcla los ingredientes en un recipiente. Primero, debe mezclar el queso costeño con la fécula de maíz hasta que la textura sea homogénea. Seguido, verter la taza de leche, la cucharada de polvo para hornear, la cucharada de azúcar, y seguir amasando hasta que la masa se sienta tersa.

Paso a seguir deberá darle la forma que desea en cuanto a tamaño a los buñuelos, mientras calienta el aceite a fuego medio, no tan caliente para evitar que el buñuelo estalle. Debe, dejar freír entre 8 y 10 minutos hasta que el buñuelo se cocine por dentro. Para después, con una escurridera sacarlos, ponerlos en un papel absorbente, dejar enfriar un poco y disfrutar.

Por otra parte, la experta comparte que para mantener la forma redonda “es una vieja tradición no muy usada, la de echarle una pizquita de azúcar a los buñuelos antes de freírlos; se debe tener en cuenta que la cantidad sea mínima para no alterar el sabor salado del buñuelo”.

En consecuencia, el origen de los buñuelos de acuerdo al portal Foodies, proviene de los españoles, quienes lo apropiaron de los árabes que ocuparon la Península Ibérica durante ocho siglos. Su masa americana y la fritura heredada de Africa son un ejemplo contundente de nuestro mestizaje culinario. La del buñuelo costeño es la versión local de los akara o akkra, muy populares en Nigeria y el Golfo de Benín. Sus ingredientes, así como la técnica de preparación, fueron importados de manera idéntica a través de las manos de cocineras africanas.